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  • 26 agosto, 2024

Declaración de la XI Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de gobierno del ALBA-TCP


Nosotros, los Jefes de Estado y de gobierno de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), fieles a los principios y valores fundacionales de solidaridad, justicia social y cooperación, y apegados a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho Internacional, reunidos el 26 de agosto de 2024:

Siendo la hermana República Bolivariana de Venezuela un país miembro fundacional del ALBA-TCP, un proyecto unionista, soñado por el Libertador Simón Bolívar y los héroes y heroínas de las gestas independentistas de América Latina y el Caribe y materializado por los Comandantes Hugo Rafael Chávez Frías y Fidel Castro Ruz; los países de esta gran Alianza reconocemos que esta noble nación nuestroamericana es un país soberano e independiente, con altos estándares democráticos, que apegado a su sagrada Constitución, organizó elecciones presidenciales, de acuerdo a los tiempos reglamentarios correspondientes.

A través de los años de crecimiento de este gran proyecto unionista e integracionista, hemos constatado el trabajo y liderazgo del Presidente Nicolás Maduro Moros al frente de la conducción de esta nación hermana ante la más feroz arremetida de poderes transnacionales, en las peores condiciones políticas, geopolíticas, sociales y económicas del mundo actual, en las que algunos de nuestros países hermanos hemos sido víctimas directas del imperialismo, así como, testigos de una embestida sin parangón hacia la nación venezolana, expresada a través de más de 930 medidas coercitivas unilaterales, extorsivas e ilegales, que pretenden asfixiar la economía y la sociedad venezolanas.

Por tanto, nosotros:

Condenamos enérgicamente cualquier golpe de Estado o intento de golpe de Estado, pues constituyen la vía violenta, ilegal e inconstitucional que amenaza a la democracia, a la paz y a la vida misma, así como, los planes y acciones desestabilizadoras impulsadas por factores externos, que intentan desconocer la voluntad de los pueblos de América Latina y el Caribe, expresada de manera democrática y legítima en las urnas.

Repudiamos contundentemente la brutal guerra comunicacional, cargada de odio, intolerancia, discriminación y desprecio en las redes sociales, estratégicamente dirigida a las generaciones más jóvenes de la sociedad venezolana, víctimas de la desinformación y la hiper-información para impulsar la violencia, el vandalismo y la barbarie.

Rechazamos los ataques y actos vandálicos contra personas, infraestructuras públicas, símbolos religiosos y patrios que conforman la idiosincrasia venezolana, que causaron pérdidas humanas y materiales para crear una matriz de opinión de caos, en un país en el que se desarrolló una histórica jornada electoral en paz y democracia.

Denunciamos el desconocimiento de los resultados oficiales del proceso electoral por parte de un sector de la oposición venezolana, violento y fascista, que ha solicitado abiertamente el intervencionismo y más sanciones para el país en detrimento del pueblo venezolano en distintas ocasiones y que ya había dado muestras de sus intenciones golpistas al no firmar el acuerdo para el respeto de los resultados electorales impulsado por el ente rector venezolano, el Consejo Nacional Electoral.

Reclamamos que la comunidad internacional respete la soberanía, la autodeterminación y la voluntad democrática del pueblo venezolano. Lamentamos la decisión de algunos gobiernos de cuestionar los resultados electorales en Venezuela y de promover resoluciones y pronunciamientos que no reflejan la realidad del país. Es fundamental que todos los Estados reconozcan el principio de no injerencia en los asuntos internos y trabajen juntos para fomentar el diálogo y la cooperación constructiva en lugar de alimentar divisiones.

Reconocemos que Venezuela es un Estado libre, independiente, democrático y soberano que cuenta con sus propias instituciones y leyes para resolver sus asuntos internos. En ese sentido, saludamos con beneplácito la decisión de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para dirimir esta controversia electoral, en un digno ejemplo de ejercicio pleno de soberanía y, con ello, garantizando la paz y la tranquilidad al pueblo venezolano.

Saludamos a todos los participantes de la contienda electoral que comparecieron ante el Tribunal Supremo de Justicia para contribuir a la paz y la estabilidad del pueblo venezolano, lo cual es una muestra de madurez política y de la democracia participativa en esta nación hermana al tiempo que lamentamos que algunos actores políticos, que denunciaron supuestas irregularidades, no se hayan presentado ante el Tribunal Supremo de Justicia, fallando al compromiso adquirido para con el pueblo como candidatos presidenciales.

Felicitamos al Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros y a su pueblo que, con resiliencia y apego a la justicia, han sabido derrotar el intento de golpe de Estado continuado y ratificamos nuestro compromiso y apoyo irrestricto al gobierno constitucional, legítimo y democráticamente reelecto.

Reafirmamos, una vez más, que América Latina y el Caribe es una Zona de Paz. Reclamamos el estricto cumplimiento de la obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y de respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural como condición esencial para garantizar la convivencia pacífica entre las naciones, la paz y la estabilidad de nuestra región.

Nos reunimos para defender, hoy más que nunca, al hermano pueblo venezolano de los tentáculos del fascismo y levantar la voz para rechazar la injerencia, la manipulación y las pretensiones imperialistas y golpistas para apoderarse de nuestros legítimos derechos y recursos, que tanto han perjudicado a nuestros pueblos.

Defender a Venezuela es defender el sueño de unión y hermandad de nuestros próceres y pueblos.

Caracas, 26 de agosto de 2024


Declaration of the 11th Extraordinary Summit of Heads of State and Government of ALBA-TCP

Monday, August 26, 2024

We, the Heads of State and Government of the member countries of the Bolivarian Alliance for the Peoples of Our America – People’s Trade Treaty (ALBA- TCP), committed to the founding principles and values of solidarity, social justice and cooperation, and in adherence to the purposes and principles of the Charter of the United Nations and the international law, meeting on August 26, 2024:

Being the sister Bolivarian Republic of Venezuela a founding member country of the ALBA-TCP, a unionist project, envisioned by the Liberator Simón Bolívar and the heroes of the independence deeds of Latin America and the Caribbean and realized by Commanders Hugo Rafael Chávez Frías and Fidel Castro Ruz; the member countries of this great Alliance acknowledge that this kind Our American nation is a sovereign and independent country, with high democratic standards, which, in compliance with its sacred Constitution, organized presidential elections, in accordance with the corresponding regulatory times.

Throughout the years of growth of this great unionist and integrationist project, we have witnessed the work and leadership of the President Nicolás Maduro Moros at the helm of this sister nation in the face of the fiercest onslaught of transnational powers, in the worst political, geopolitical, social and economic conditions in the current world, in which some of our sister countries have been direct victims of imperialism, as well as witnesses to an unparalleled onslaught against the Venezuelan nation, through over 930 unilateral, extortive and illegal coercive measures aim at strangling the Venezuelan economy and society.

Therefore, we hereby:

Strongly condemn any coup d’état or attempted coup d’état, as they constitute the violent, illegal and unconstitutional way that threatens democracy, peace and life itself, as well as the destabilizing plans and actions promoted by foreign factors, which attempt to disregard the will of the peoples of Latin America and the Caribbean, expressed democratically and legitimately at the ballot box.

Strongly repudiate the brutal communicational warfare, full of hatred, intolerance, discrimination and contempt through social networks, strategically aimed at the younger generations of Venezuelan society, victims of disinformation and hyper-information to promote violence, vandalism and barbarism.

Reject the attacks and acts of vandalism against people, public infrastructure, religious and national symbols representing the Venezuelan idiosyncrasy, which caused human and material losses in order to create an opinion matrix of chaos in a country where a historic election day was held in peace and democracy.

Denounce the disregard of the official results of the electoral process by a violent and fascist sector of the Venezuelan opposition that has openly requested interventionism and more sanctions for the country at the expense of the Venezuelan people and which had already shown signs of its coup intentions by not signing the agreement for the respect of the electoral results promoted by the Venezuelan governing body, the National Electoral Council.

Demand the international community to respect the sovereignty, self- determination and democratic will of the Venezuelan people. We regret the decision of some governments to question the electoral results in Venezuela and to promote discourses that do not reflect the reality of the country. It is essential that all States recognize the principle of non-interference in the internal affairs and work together to foster dialogue and constructive cooperation rather than fuel divisions.

Recognize that Venezuela is a free, independent, democratic and sovereign State that has its own institutions and laws to address its internal affairs. In this regard, we welcome the decision of the Electoral Chamber of the Supreme Court of Justice (TSJ) to settle this electoral controversy, in a worthy example of full exercise of sovereignty and, thus, guaranteeing peace and tranquility to the Venezuelan people.

Salute all the participants in the electoral contest who appeared before the Supreme Court of Justice to contribute to the peace and stability of the Venezuelan people, which is a sign of political maturity and active democracy in this sister nation, while we regret that some political actors, who denounced alleged irregularities, did not appear before the Supreme Court of Justice, failing to fulfill their commitment to the people as presidential candidates.

Congratulate the Constitutional President Nicolás Maduro Moros and his people who, with resilience and adherence to justice, have been able to defeat the attempted coup d’état and we reaffirm our commitment and unrestricted support to the constitutional, legitimate and democratically elected government.

Reaffirm, once again, that Latin America and the Caribbean is a Zone of Peace. We demand the strict compliance with the obligation not to intervene, directly or indirectly, in the internal affairs of any other State and to fully respect the inalienable right of every State to choose its political, economic, social and cultural system as an essential requirement to guarantee peaceful coexistence among nations, peace and stability in our region.

We gather to defend, today more than ever, the brother Venezuelan people from the tentacles of fascism and raise our voices to reject the interference, manipulation and imperialist, colonialist and coup intentions to seize our legitimate rights and resources, and which have caused so much harm to our peoples.

Defending Venezuela is to defend the dream of union and brotherhood of our heroes and peoples.

Caracas, august 26, 2024

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