Congregación para las Causas de los Santos: Esperanza y Servicio
El dicasterio de la Congregación para las Causas de los Santos de la Curia romana, “responsable de todo lo relacionado a la beatificación y canonización de los Siervos de Dios” conforme a la normativa eclesial, al frente del cual fue nombrado (octubre 2020) el recién creado cardenal, Marcello Semeraro (1947), recibió la visita del Compañero Francisco Javier Bautista Lara, embajador de Nicaragua.
En el consistorio celebrado por el Papa Francisco el 28 de noviembre pasado, fue nombrado cardenal junto a otros doce obispos, siendo, en aquella ocasión, felicitado por la sede diplomática nicaragüense en nombre del Gobierno y Pueblo de Nicaragua. El Cardenal italiano, Profesor, Especialista en Eclesiología Cristiana y ex miembro de la Conferencia Episcopal Italiana, quien ha sido parte de esta Congregación durante casi quince años, explicó al visitante las competencias y funcionamiento de la particular institución católica.
El Prefecto comentó que la santidad radica en “encontrar a Dios en todo y en todos” y que “no consiste en hablar de Dios sino en hablar de las cosas terrenas que son de Dios”. Hay tantas vidas ejemplares y cotidianas, olvidadas y anónimas que merecen ser recordadas y tomadas como referente desde cada familia y comunidad en el camino de búsqueda, desde la oración y el compromiso con el prójimo, más allá de la formalidad oficial.
El Cardenal y Bautista conversaron, desde la historia de Nicaragua, sobre algunos destacados religiosos al servicio del Pueblo de Dios, comenzando por el primer obispo protomártir en León, Fray Antonio de Valdivieso, Discípulo de Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios; el presbítero Remigio Salazar, “Siervo de Dios” (2016), de El Viejo, uno de los promotores de la devoción a la Inmaculada Concepción en el siglo XIX; el sacerdote leonés Mariano Dubón Alonso, quien fue maestro de ceremonia en la honras fúnebres de Rubén Darío en la catedral de León (13.2.1916), dedicado al servicio de los niños y jóvenes pobres, conocido como “San Mariano de Nicaragua”, reconocido “Siervo de Dios” (2016); el fraile franciscano de origen italiano Odorico d’Andrea o.f.m., “Siervo de Dios”, promotor de paz y reconciliación desde San Rafael del Norte; la religiosa Salesiana de María Auxiliadora, beata Sor María Romero, de Granada; el sacerdote y poeta, Azarías H. Pallais, ejemplo de vida de pobreza al servicio de los pobres, y el religioso escolapio, educador y escritor de origen español, P. Bruno Martínez Sacedo, quien falleció por las lesiones provocadas por el terremoto de Managua (1972), autor del libro “Lo religioso de Rubén Darío”.
Su Eminencia, con una sonrisa afectuosa y fraterna, oró por las familias de Nicaragua, expresó sus mejores deseos de esperanza, prosperidad y paz para el año que comienza. El embajador agradeció el encuentro con el prelado católico y le manifestó el saludo del gobierno y pueblo digno de Nicaragua.
Roma, Martes 12 de Enero de 2021.