Amor por la vida: Donemos nuestros órganos
A Aldo Díaz Lacayo, quien aumentó 30 años a su vida por trasplante exitoso de riñón
El 6 de junio se celebra el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados. El objetivo de este día es fomentar una cultura de donación de órganos y dar una oportunidad de buena existencia a pacientes en espera de una oportunidad de seguir viviendo. Muchos de estos pacientes son crónicos o terminales, y las donaciones y los trasplantes son su última alternativa de vida.
Hoy en día, el trasplante de órganos, tejidos y células se ha convertido en una práctica mundial que puede prolongar la vida y mejorar su calidad. Para los órganos donados y los pacientes receptores, los avances en las técnicas de ablación, conservación, trasplante e inmunosupresión han mejorado la efectividad y la aceptabilidad cultural de los trasplantes; con el consecuente aumento de la demanda de estas prácticas. Uno de los trasplantes más requeridos y comunes es el de riñón.
EXPERIENCIA PARTICULAR
En lo particular tuve la oportunidad de convertirme en donante de órganos -riñón, hace 30 años— para poder beneficiar a mi padre, quien lo requería como paciente en estado terminal. Sus riñones habían perdido su capacidad de filtrar toxinas de la sangre para desecharlas. Como dato de interés, una persona normal, con sus funciones renales adecuadas, filtra alrededor de media taza de sangre por minuto. Antes del trasplante, para mantener a mi padre con vida –durante casi un año– le introdujeron una sonda suave hasta su cavidad abdominal para poder llenarla y vaciarla con un líquido limpiador del desecho -repito- cada ocho horas, tres veces al día. Éste procedimiento se llama diálisis peritoneal. Después de nuestra operación, por la gracia de Dios –por el excelente resultado del trasplante– casi ése mismo período se libró de las complicaciones renales y de las conexas; viviendo a plenitud.
DEFICIENCIA MUNDIAL
Se conoce de la experiencia mundial, que a pesar del notable aumento de la donación de órganos de personas -que lo disponen para efectuarse al ellas fallecer- y aun de personas vivas -como fue nuestro caso.- en los últimos años, la oferta y disponibilidad de células, tejidos y órganos de donación está muy por debajo de la demanda.
Quedan muchos seres humanos a la espera de un trasplante. Además, en la gran mayoría de los países todavía hace falta mejorar y consolidar los programas pertinentes; existen algunos con recursos humanos competentes pero el elevado costo de los trasplantes –el de riñón es de aproximadamente veinte mil dólares– y de las terapias de mantenimiento, sumado a una cobertura y protección financiera insuficiente, representan barreras para el acceso equitativo a estos procedimientos.
COMPATIBILIDAD
La experiencia evidencia que muchísimas personas que necesitan un trasplante de órganos suelen tener que esperar el órgano durante un largo tiempo. Los médicos deben hacer coincidir a los donantes con los beneficiarios para reducir el riesgo de rechazo del trasplante. Eso ocurre cuando el cuerpo de quien recibe el órgano (beneficiario) niega el órgano nuevo, provocando que no funcione correctamente. Las personas a quienes se les realizó algún trasplante deben tomar medicamentos por el resto de sus vidas para ayudar a impedir que sus cuerpos rechacen el órgano nuevo.
LA OPORTUNIDAD RESTITUÍDA EN NICARAGUA
Hoy en día los trasplantes –principalmente de riñón- se han convertido en una práctica médica muy extendida con múltiples beneficios para los pacientes en Nicaragua que de otra forma, no tendrían una segunda oportunidad. Existe –por restitución de derechos– una ley de donación y trasplante de órganos, tejidos y células para seres humanos. Ésta tiene por objeto establecer las disposiciones que regulan la donación y la obtención de órganos, tejidos y células de personas naturales vivas o de cadáveres humanos, para trasplantarse con fines terapéuticos, docentes y de investigación en seres humanos.
En Nicaragua, el Modelo de Salud Familiar y Comunitario brinda la oportunidad a muchos niños y niñas el poder realizarse un trasplante de riñón de manera gratuita, pudiendo salvar sus vidas gracias a este programa humanista y solidario.
NUESTRO PAÍS PREVIENE EL DELITO
DE TRATA DE PERSONAS
Es necesario validar que el Modelo de Seguridad Ciudadana y Humana posee políticas contra la explotación comercial de los órganos, y el tráfico de órganos, que es una modalidad del delito de la trata de personas. Consiste en la venta, donación y transporte de órganos por lucro económico; ya sea desde la persona a quien se le realizará el trasplante o desde miembros de organizaciones delictivas. Se cree que el riñón constituye hasta el 75% del mercado ilegal de órganos. El principal motivo de que el tráfico ilegal exista en el mundo se debe a las enormes listas de espera. En la Unión Europea se realizan cada año unos 30.000 trasplantes, pero aun así casi 70.000 personas siguen esperando un órgano a día de hoy en esa región y más de 100,000 en los Estados Unidos.
CONCIENTIZACIÓN SOILIDARIA
La dinámica social y humana amparada en los valores cristianos que vive Nicaragua permite abrazar la promesa de Dios de vida en abundancia y validarla con el privilegio de ser instrumentos de la misma: hay que donar órganos; existen las condiciones sociales, técnicas y morales para hacerlo. Una expresión de amor incondicional.
Managua 6 de Junio de 2023