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  • 9 agosto, 2021

Detalles del momento: La originalidad


Por: Moisés Absalón Pastora

La campaña electoral oficialmente hablando aún no arranca, pero ya se siente el ambiente y es perceptible porque ya uno puede escuchar en los diferentes medios de comunicación, sobre todo de los oposicionistas a candidatos o suspirantes hablando, dicen, de sus programas de gobierno y de lo que van a hacer una vez que ganen las elecciones.

Estamos en el periodo de las impugnaciones y no es difícil prever que los impugnados vayan a ser los del sector oposicionista porque gentes que particularmente son diputados y quieren seguir siéndolo, pero que en esta ocasión no los tomó en cuenta la sigla que los llevó a la curul en las últimas elecciones o que sin tener la diputación aspiran a ella, pero que no alcanzaron en las listas de sus partidos originales, entonces lo que hicieron fue irse a buscar otro paragua que les diera sombra y ya hay golosos y golosas plenamente identificados que por aquello de la ley contra el transfuguismo y por jugar de vivos, pudieran quedarse chupando el dedo o como se dice sin Beatriz y sin retrato.

Ir a elecciones es cosa seria y esto que les menciono es apenas la puntita del Iceberg de las enormes y profundas debilidades que carga encima un oposicionismo aventurero, que vive el día a día y no existe porque nunca se organizó para nada y que se caracteriza fundamentalmente por dos cosas; la improvisación y la falta de originalidad.

Cuando para cualquier medio que se procure el fin surge improvisación estás listo y servido y eso es lo que el oposicionismo en sus diferentes facetas, que además son abundantes porque un día son una cosa y mañana otra, viene haciendo desde el 2007 en que perdieron el norte de todo y se dedicaron a discursear sobre una pretendida unidad que jamás cuajó y que en el camino hacia nuestros días, como una mazorca de Maíz, se fue desgranando hasta quedarse únicamente con la tuza con la que hoy se rascan y que los expone como auténticos fenómenos del fracaso.

La originalidad, es hacer las cosas por sí mismo y de la manera que personalmente se considere mejor. Original es aquel que rompe los moldes para expresar la esencia que lleva por dentro, para ser quien quiere ser y no seguir siendo obsoletas maquetas de conducta.

Si a la anterior descripción ante ponemos la conducta del oposicionismo en este país, no importa donde esté ni cómo esté, lo primero que se me viene a la cabeza es que siempre tuvimos la razón y que aquellos que un día los acompañamos pretendiendo o soñando una Nicaragua como la que tenemos hoy, finalmente concluimos que, en medio de la envidia, de las traiciones, de los codazos, de la soberbia, y de las argollas conformadas por tantos corruptos, no podíamos estar.

Aquel cúmulo de anti valores que muchos en el oposicionismo cargan todavía y a montón como lastre, nunca generarían buenos frutos, por el contrario, cualquier cosa que se quiso formar con los mismos corruptos que saquearon al país, concluyó exactamente en lo que hoy proyectan aquellos que no tienen nada que ofrecer más que usurpar y copiar lo que el sandinismo desde ya está haciendo en la práctica y sin prometer, simplemente haciendo.

Yo escuchaba en una emisora capitalina aún suspirante, que como un acto de desesperación, como para llenar el hueco fue sacado, por no dejar, del sombrero de un mal ilusionista en un número de poca monta que dejó en mal predicado al componente humano de un partido que alguna vez dijo ser una máquina de hacer votos y que ahora es “segunda fuerza política del país”, hablar de un programa de gobierno cuyo componente en su totalidad ya existen, está siendo ejecutado y es parte del modelo democrático que el sandinismo logró y que es la esencia del desarrollo económico de Nicaragua.

Es importante que los aspirantes presidenciales sean originales en lo que ofrecen y sumamente cuidadosos en lo que dicen porque escuché en una emisora a un indio repartiendo chicha, que se creyó candidato solo porque por horas fue formalmente registrado como tal ante el Consejo Supremo Electoral, decir, que el sistema de salud de Nicaragua es el más malo de centro américa, que la educación no existe, que él, en tanto se lo creyó porque ya renunció, integraría la Costa Caribe con el pacífico, y repetía que somos deficitarios en cuanto a carreteras se refiere, que aquí la electrificación es un mito y un montón de locuras más que llegaron a molestar a quienes lo oímos porque fueron mentiras que al final, para quienes las sigan utilizando serán facturas que el 7 de noviembre va a tener que pagar y con creces.

De alguna manera estas locuras que van a ser recurrentes durante la campaña que se avecina por parte del oposicionismo será plato de todos los días porque ellos en la desesperación por la derrota que ya perciben y que tienen muy pintada, ante la falta de algo propio y de la autenticidad de ideas siempre van a desembocar en lo ridículo porque amen de no tener historia y discurso les falta algo que no saben ni con qué se come y eso se llama plan de gobierno, plan de nación, lo que jamás pudieron hacer porque estaban totalmente enfrascados en sus pleitos internos y eso ahora los sorprende sin tener nada que ofrecer a un pueblo que ha dicho reiteradamente y con altísimos porcentajes que sus esperanzas de vida y hacienda están totalmente depositadas en la Alianza Unida Nicaragua Triunfa, la única y verdadera coalición que existe, en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, la fuerza política verdaderamente organizada del país y claro en Daniel Ortega el político más hábil y con más experiencia que la historia de Nicaragua a conocido.

Ante estas realidades, que apuntan a la falta de originalidad del oposicionismo, solo queda, a quienes dependen del imperio norteamericano, el plagio y la lástima y fíjense que son tan limitados en todo lo que hacen que en sus mítines, donde solo llegan cuatro gatos, ambientan lo que siempre nos parece un velorio, con música revolucionaria y testimonial claramente identificada con el Frente Sandinista; cuando gritan consignas de pronto les traiciona el subconsciente y a la letra repiten y muy al estilo rojo y negro, las que muchas veces escuchamos al FSLN y cuando dan declaraciones se les funde el chip y empiezan a llamar al otro de compañero o de camarada lo que evidencia la papa sin sal que son en cuanto a formación ideológica se refiere pues al final como también dice la canción “oiga, usted, no es chicha ni limoná se la pasa manoseando caramba zamba su dignidad”.

Lo peor de todo para estos plagiarios que no tienen una sola onza de originalidad es que para ofender a los que considera sus enemigos los empiezan a llamar sapas y sapos y entonces el sandinista, al que suponen es de mecha corta y que por ello reaccionará con furia, lo hace apropiándose del insulto y entonces se disfraza de un sapo o de ranita feliz y baila y danza batraciamente como una actitud contestataria hacia quienes no son capaces de producir absolutamente nada.

La palabra originalidad por sí misma hace referencia a la creación espontánea, a la novedad, a no copiar ni imitar y será exitosa si está fundada en la creación de una nueva identidad porque la identidad es es faro que permanece, nos guía y nadie la discute. En otras palabras, esta gente en el oposicionismo, está mal por todos lados porque además de estar anémicos de originalidad en cuanto a identidad están muertos porque no piensan por la tierra que los vio nacer, no hacen cada por la nacionalidad que a pesar de todo tienen porque muchos de ellos hablan y piensan en inglés y además son los lacayos de aquel imperio que nos agrede.

QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA

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