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  • 25 octubre, 2023

Detalles del Momento: Los vencidos nunca llegan


| Moisés Absalón Pastora

El horizonte es una línea siempre visible y es más hermoso cuando se nos manifiesta crepuscularmente pintado de bellos anaranjados en el fondo oceánico. El horizonte es una línea que duerme muy tilintemente en la lejanía de la distancia y aunque luzca cerca siempre que lo referimos es para describir lo que proyectamos a futuro y parezca inalcanzable.

El horizonte, si nos referimos a la línea que vemos en el supuesto final del mar, es una prueba dura para los que consideran llegar a tierra o llegar a puerto lo más rápidamente posible porque cuando hablamos de grandes proyectos, de grandes retos, de vencer enormes adversidades, de escalar empinadas alturas, entonces es cuando muchos tiran los remos, se lanzan del barco o prefieren hacerse morir porque no tienen el espíritu de los grandes vencedores que son los únicos que pueden construir efectivamente sueños.

Llegar al final es un propósito que depende de varios factores y pasa por definir tu objetivo porque lo primero que hay qué determinar es lo que se quiere; Hay que establecer cada uno de los pasos que te lleven al objetivo y esos son los procesos; Hay que imponer tiempos y límites para desarrollar las metas en los escalones; Hay que anotar cada día en una libreta lo realizado en cada jornada para acercarte un poquito más a tus metas.

Para llagar al final de todo hay que pensar en ganar y tener conciencia plena de la lucha por lo que deseas y no te detengas. Tú eres el que decides tus límites y si decides que puedes hacer algo y realmente lo crees podrás hacerlo. Una vez hayas definido tus meta y pasos vuelca toda tu energía en ese objetivo.

Planifícate y recuerda qué si algo sale mal, no significa que estés derrotado, vuelve a intentarlo, analiza una vez más la situación y cambia la estrategia las veces que sea necesario y recuerda que no eres un espectador de tu sueño sino el constructor de tus metas y de tus propósitos si quieres estar en el sitial de los grandes, los que terminan.

Digo esto porque todo lo que cuesta es lo que se aprecia y hay quienes quieren comerse el mejor pescado sin mojarse, buscando cómo otros se lo lleven a la boca, exigiendo porque creen merecerlo todo y cuando de pronto realizan que han sido descubiertos como falsos, como impostores, como interesados únicamente en su bien personal, después de haber sido aceptados como parte de un enorme proyecto donde el objetivo es el desarrollo de la nación y no el de los individuos, entonces es cuando los traidores aparecen apuñaleando a quienes un día lo hicieron gente, lo sacaron de las cloacas y hasta lo distinguieron por encima del asombro de aquellos que decían proféticamente este no lo merece.

La historia de Nicaragua amigos está llena de escenas tristes que exponen, dolorosamente, pues da pena ajena, la desvergüenza de quienes nunca querrán comprender por pesos y centavos, el significado que tiene, para la gran mayoría de los nicaragüenses, el nacionalismo, nuestra identidad, nuestra nicaraguanidad y sobre todo la conciencia que tenemos sobre el peso de la traición.

Cuando de luchas se trata uno debe tener en cuenta que la realidad es el punto de partida si lo que se pretende es lograr un objetivo, un propósito o simplemente vencer, que por supuesto es el fin deseado. Cuando no se hace eso y a través de mentiras se trata de construir un castillo en el aire y se recurre a un sofisma para inocular una idea falsa de lo que se está viviendo, lo que sucede es que a lo mejor la falacia tenga éxito en algún momento, pero cuando por carecer de fundamento y sostén el telón cae y muestra la verdad, tal cual es, la que siempre estuvo ahí y que jamás se modificó en el tiempo, entonces lo que acontece es la pérdida irremisible de la credibilidad, de la autoridad moral, de la consideración y del respeto y eso pasa y continuará pasando con quienes pagan a granel a los ávidos de glorias pasajeras, de esos que se venden a cambio de 5 minutos, algunas horas o algunos días de fama porque cuando todo ese frenesí les pasa aterrizan realizando lo que siempre fueron pinches y miserables traidores de la nacionalidad que nunca merecieron y de los amigos que un día extendieron sus manos para darles de comer junto a todos sus familiares.

La inmensa mayoría de los nicaragüenses estamos conscientes de la realidad que vivimos y no hay manera que nos equivoquemos. Aquí hemos pasado de todo para llegar hasta dónde estamos, lo que no significa que llegamos al final de la ruta que es el desarrollo y prosperidad del país porque tenemos mucho que hacer aún y si somos agredidos por el imperio y por sus agentes internos que siguen actuando como topos, los traidores que terminan ahorcándose solos, los malinchistas, es porque Nicaragua es un mal ejemplo para Estados Unidos porque los sectores más retrógrados de ese país, el fascismo más descarnado del planeta, no quiere de ninguna manera nada que huela a revolución, nada que huela a derechos sociales para quienes nunca los han tenido, nada que represente la dignificación de los pueblos a través de posiciones nacionalistas e independientes que busquen tener relaciones con quien se nos pegue la gana, para comprar o para vender con quien mejor nos pague, nos ofrezca, nos preste o nos done, pero sin condiciones que lastimen y lesionen la soberanía nacional de esta Nicaragua que ha sido más que ultrajada a lo largo de su historia por sus traidores.

Digo todo esto porque rescatar a Nicaragua de las manos del imperio norteamericano que levantó aquí a la Guardia Nacional, un ejército pretoriano que amamantó dinastías y dictaduras, que fueron el fruto de la traición, el entreguismo y el genocidio, no fue nada fácil, representó etapas dolorosas que recogidas por nuestra historia nos narran episodios epopéyicos de gentes nobles y orgullosas de su nacionalidad que llegaron hasta el final dando sus vidas para tener la paz que tenemos y que indigna y perturba cuando muertos de hambre y mal agradecidos, traidores de la más alta realeza se raen la camisa para dejar el pecho abierto para que los cañones dolarizados del imperio los penetren a cambio de la puñalada artera contra el país que desgraciadamente algún día les permitió la nacionalidad.

Ya saben ustedes de quienes hablo, no vale mencionar sus nombres porque son una pandilla de inmorales que además son menos que Judas que por treinta monedas vendió a al maestro. Al menos aquel traidor que le dio un beso al Mesías para entregarlo al final tuvo un poco de vergüenza y se ahorco.

A nosotros no nos sorprende que el imperio recurra a traidores, a líderes de barro hechos en La Paz Centro, decir por el que una vez me protestaron porque ellos no hacen ni chanchadas ni cochinadas. Estados Unidos es así a cambio de monedas pone en las garras de los traidores el puñal con que las miserias humanas son capaces de asesinar a sus madres. Tampoco sorprenden con esas campañas que, aunque se diseñan en el departamento de Estado hacen propias los payasos que repugnantemente se disfrazan de salvadores o libertadores y que terminan siendo yetas ante agentes de su misma especie que se asustan hasta dónde puede llegar la anti patria de las desgracias esas, que en día nacieron aquí, pero que menos mal hoy son judíos errantes merecidamente desnacionalizados.

Entre esas miserias humanas que por traición a la patria en otros países estuvieran guardados con cadena perpetua o fusilados hay quienes aquí recibieron a manos llenas sin merecerlo y entonces cuando no sintieron satisfechos sus apetitos económicos dieron la vuelta y pegaron la puñalada.

Este tipo de alacranes solo me viene a mente aquella tan calada frase de Eva Perón; “Con las cenizas de los traidores construiremos la Patria de los humildes” y lo acojo así de claro porque así terminan los que encarnan el más ruin de los anti valores porque esos desnaturalizados están destinados a ir a parar al estercolero de la historia dónde sin pena ni gloria terminaran sus efímeros minutos de gloria en tanto les duren esas 30 monedas que no son inagotables, que ya empiezan a escasear, que ya no les da para seguir de bufones, que ya no les genera el tiempo para seguir hablando miércoles desde esos canales de YouTube, porque esa vida palaciega a la que como mercenarios se acostumbraron se les acabó pues aquel que les proveía, el Tío Sam se convenció que estaba engordando a una manada de delincuentes que según el último reporte de AIDE, el que es solo correspondiente del 2022 al 2024 estos se robaron, se hueviaron, 158 millones de dólares distribuidos a un montón de siglas que terminaban en las garras de unos cuantos cabecillas que están calladitos, no dicen nada y están a bajo perfil porque no quieren asomar la jupa para que no se las vuelen.

Traicionar amigos es defraudar y peor cuando se hace a sueldo y cuando lo haces contra aquellos que te acogieron. Ahí es cuando te conviertes en Judas que al final tuvo la dignidad de ahorcarse por lo que también recordamos que los traidores se matan solos y por tanto no merecen siquiera ser mencionados en su camino al ignoro.

En el camino que transitamos, dónde tenemos mucho que andar, a pesar de cómo está catapultado el país, estemos seguros que siempre encontraremos ratas a punto de saltar del barco y que bien que así sea porque cuando lleguemos al puerto deseado serán los grandes, los que perseveraron, los que no claudicaron, los que amaron realmente a la patria los que alzaran el laurel de la victoria.

QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA.

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