Detalles del momento: “No jodan más”
Por: Moisés Absalón Pastora.
Este 19 de julio, la conmemoración y celebración de lo que para Nicaragua representó este día, en aquel 1979, 45 años atrás, fue en realidad el corolario, la cresta de la ola, sobre la que el sandinismo se alzó para gritar a todo pulmón ¡VIVA LA REVOLUCIÓN!
Tengo la percepción que este aniversario del 19 de julio ha sido el más intenso desde aquel nefasto 2018 que nos fue una catástrofe peor que la pandemia y la rudeza de la naturaleza: Entonces ¡NO JODAN! los que venga ahora a repetir cuentos Panchomadrilezcos, que se estrellan contra la verdad de la Nicaragua que tenemos aquí, los que somos auténticamente nicaragüenses y que nada tiene que ver con la que pintan, hablando miércoles desde afuera, los mercenarios mediáticos y los vividores politiqueros, que desnacionalizados por traicionar al país fueron deportados a su verdadera patria, esa amenaza para la humanidad, Estados Unidos.
Es cierto que los que tenemos razones de celebrar de la manera que lo hicimos el 45 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, estamos entusiasmados por tener patria a través de este proceso histórico y por eso las pichurrias supongan que estamos cargados de euforia por el momento y la coyuntura del ambiente rojo y negro que aún se respira, pero ¡NO JODAN!, si eso pensaran, perdidos como siempre en el vacío craneal que les caracteriza, estarían obviando, que este último acto no es más que una simbología presencial de cienes de miles de almas blancas abrazando la paz -obsérvese el escenario-, pero más allá de la fecha, diciéndole al mundo que aquí, simplemente, siempre será 19 de julio.
Llegamos a cada 19 de julio conmemorando desde sentimientos encontrados la materialización de la revolución porque la hicieron posible héroes y mártires, que sí consumaron hasta su verdadera expresión eso de llegar hasta las últimas consecuencias y ¡NO JODAN! esos payasos que repitiendo lo mismo pretendieron asaltar el poder, con la bendición imperial, para robarnos la dignidad y por supuesto la vida.
Llegamos al 19 de julio honrando a los compañeros de lucha, a los camaradas que nos hicieron parte de ella, pero también haciendo de la fecha una fiesta nacional, que, trascendiendo más allá de nuestras fronteras, representa una victoria colosal, ejemplar y emulativa sobre la maldad más perversa y cobarde y ¡NO JODAN! esos apátridas que relinchan como bestias cimarronas cuando les tocan el trapo ese de las barras y las estrellas, porque una actitud tan asqueante como esa nos confiere profundizar el respeto por nuestra nacionalidad, la que tiene un origen fecundo de resistencia contra el agresor y contra los traidores que como prostitutos siempre serán capaces de vender hasta sus propias madres con tal de lucirse como los sirvientes del imperio.
En cada cuadra, barrio, comarca, municipio o cabecera departamental el 19 de julio, es el 19 de julio y previamente se comienza a andar hacia la fecha con una gran cantidad de actividades que de menos a más van calentando el ambiente involucrando, incluyendo y trayendo como tema central la transformación y la evolución, que, parte de la conquista efectiva de la paz y ¡NO JODAN! aquellos que dándoselas de valientitos hablan miércoles desde afuera planteando la guerra, porque esa guerra, los que la conocemos, somos los que estamos aquí y por conocerla no la queremos, no la deseamos, aunque sí vamos a estar dispuestos siempre a defender la paz, así como lo hicimos en el 2018 y vencimos y esto es algo que cada mercenario mediático o politiquero debe tener bien claro.
Cada 19 de julio, particularmente después del 2018 que vencimos al terrorismo para recuperar la paz, siempre el mensaje es seguir luchando por ella y para hacerlo no asesinamos, no destruimos, no trancamos al país, no nos cargamos de dólares como buenos mercenarios para convertirnos en sicarios, no torturamos, no nos dejamos bendecir por algún sotanudo para matar a alguien, no trancamos al país, no mentimos como sí hizo esa ratería que se nos pintó de “salvadora” solo para destruir en tres meses la Nicaragua en paz que gozábamos, ¡NO JODAN!, qué cínicos que son porque lo siguen creyendo, pero no importa que continúen en la misma porque los seguiremos percibiendo como perros rabiosos ladrándole a los cuernos de la luna.
Este 19 de julio fue para el cucarachero que indigentemente contamina las calles de Miami, de España, Chile, Costa Rica, o cualquier espacio que sea colonia del imperio una patada directa al hígado y por eso venden absurdamente que el nacionalismo y el sandinismo están reducidos mientras ellos los voceros y gargantuas del fascismo somocista están más fuertes y más chingones; ¡NO JODAN!, como dice la canción, ¿que no lo ven? aquí la revolución es una madre de dignidad que pare sandinistas por millones, que estamos en todas partes, nos movemos por todas partes, no dormimos, estamos activos, somos vigilantes de cada logro alcanzado, somos y representamos el éxito de una voluntad política que liberó, que está arrancando desde sus raíces el mal de los males causados y para esa fetidez que con aliento de víbora nos descalifica respondemos haciendo no ofreciendo, construyendo no prometiendo y por supuesto sembrando en cada nicaragüense que ame y abrace su nacionalidad el orgullo de ser patriota, leal y sincero y eso es lo que arde al traidor porque no les cuaja la malignidad de vernos vencidos ante sus cosméticas bravuconadas.
Rebobinamos 45 años atrás las explosiones emocionales del 19 de julio de 1979 para recordar a una Nicaragua espartana que, con la honda de David, contra todo cálculo y pronóstico, desde una desigualdad solo superada por el espíritu de libertad de su pueblo, venció y expulsó al último marine del enemigo de la humanidad en tierra firme de Sandino; ¡NO JODAN! quienes pretenden no darse cuenta de eso, la soberbia no se los permite, pero es comprensible porque todo lo que hicieron y siguen haciendo esos bichos rastreros del imperio contra nuestro país y que les sigue representando derrota tras derrota, es porque no tienen ni la menor idea de lo que es nuestra historia, piensan que aquí hay sandinismo solo por la revolución de 1979 y por acémilas no se dan cuenta que esta Nicaragua que tenemos ahora se comenzó a construir su nacionalidad desde Diriangén, desde Nicarao, que la lucha por la independencia y soberanía que ahora tenemos está cerca de los 500 años, medio milenio, cuando la colonia pretendió esclavizarnos y desde entonces venimos escribiendo con sangre lo que hoy somos, un pueblo admirado, que únicamente se arrodilla ante Dios y no ante hombres que de Santos no tienen ni el apellido.
Esta es una revolución sandinista, este es un proceso que no tiene retroceso porque su esencia es la razón mítica y religiosa de su filosofía porque desde ella hay una voluntad de ofrecer la vida por los demás y eso es una virtud profundamente cristiana porque es la elevación más alta del amor y fíjense que es también un enorme contrasentido para aquellos que desde su abismal y oscura ignorancia creen que revolución es sinónimo de comunismo; ¡NO JODAN! esos ignorantes si el más grande revolucionario que la humanidad nos refiere es Jesús de Nazaret que vino para predicar la igualdad, la justicia, el amor, la paz para todos desde una prédica y vida consagrada totalmente a la humildad y es por lo que precisamente murieron más de 50 mil compatriotas que fueron hasta la última consecuencia por vernos libres, libres así como somos, así como estamos, con esta nuestra democracia que perfeccionamos todos los días, dignificando a cada hombre y mujer de este país que por siglos se mantuvo invisibilizado no solo para reclamar sus derechos, sino para incluirse como obrero y campesino en la construcción y toma de decisiones de esta patria desde la cual es verdaderamente presidente.
Desde que hay 19 de julio los nicaragüenses decidimos. Tenemos a un presidente que se desprendió de la banda que le colocaron el 10 de enero de 2007 y la puso en manos de quienes hoy hacemos la nación, somos la nación y nos enorgullecemos de la nación que nos da y no nos quita, pero a la que también entregamos con amor el compromiso franco de amarla y respetarla;¡NO JODAN” los que se perturban por eso porque la jauría de perros rabiosos que se molestan porque no reaccionamos de la forma que ellos quieren, es la evidencia de que los hemos vencido, que los derrotamos, que los aplastamos con la verdad y la razón, que nunca más volverán a repetir el baño de sangre que provocaron y que nunca más volverán a robar el erario público porque ya no tienen la nacionalidad que les permita ocupar posiciones que una vez tuvieron para no hacer nada y que solo usaron para que la sociedad rosada y sangre azul de sus tiempos, los viera como presidentes, como ministros, alcaldes o concejales que al final eran cargos de argolla que alguna vez ejercieron para caminar con ínfulas de poder, pero nunca para transformar, para crear y hacer de los sueños y las ilusiones castillos de verdad.
Hacer posible que un proceso político se sostenga a lo largo de 45 años y que como el vino sepa mejor en la medida que recorre los tiempos, es solo propio de una visión concebida desde una amplísima voluntad política. Hay referencias que ininterrumpidamente han sobrepasado las 6 décadas como es la revolución cubana, pero la revolución sandinista transitó en su primer trecho, de 1979 a 1990 enfrentando una guerra sostenida a la que intereses exógenos nos empujaron y después el partido que estuvo al frente de esa resistencia perdió el poder y solo por los puñales que la atravesaron por poco el FSLN queda extinto lo que no sucedió porque Daniel Ortega asumió el reto de conducirlo mientras otros que se desbandaron, ante la derrota del 25 de febrero de 1990, hicieron champa aparte para proclamarse como los buenos de una película que 45 años después los pinta realmente como lo que siempre fueron y serán, villanos, traidores, caines, cobardes y vende patria entregados al mejor postor y ¡NO JODAN” ahora esos Caines que doblegados frente al imperio nos quieren pintar como vencidos ante pueblos que aplauden nuestra fortaleza y nuestro grito de ¡QUE SE RINDA TU MADRE!
Hay que reconocer que el partido Frente Sandinista de Liberación Nacional bajo el liderazgo de Daniel Ortega Saavedra siempre supo definir que la revolución fue algo más que el derrocamiento de Somoza, la derrota a su ejército pretoriano, la Guardia Nacional o la toma del poder propiamente. En tal caso todo eso fue el efecto culminante gestado desde la lucha de más dos décadas atrás para arrancar desde sus cimientos la podredumbre que asesinaba a la sociedad de entonces y no ¡NO JODAN! entonces aquellos que creen que cuando decimos que aquí hay un partido único es por excluir a otros que formalmente son pero no existen, sino que en la práctica, aunque el FSLN se ofende con que lo vean como partido al final lo es por efecto de un condicionamiento legal, pero de todas formas es único, irrepetible, místico y poderoso por la historia que lo forjó, por la leyenda que sigue cultivando, por la característica de su militancia, por su esquema político-militar, que no tiene nada que ver con ningún espíritu bélico, sino más bien con una voluntad estratégica de visión social que hizo de la disciplina, el trabajo de hormiga y la perseverancia la principal arma para vencer desde un concepto de guerra a la pobreza.
¡NO JODAN! entonces aquellos que desde afuera siguen hablando miércoles de la única Nicaragua que existe, esta, la revolucionaria, la sandinista. ¡NO JODAN! los que celebran cada sanción que sus amos nos imponen y que no faltaron en este 45 aniversario porque por brutos no terminan de saber con qué tuza se están rascando.
¡NO JODAN! esos que siendo brutos no entienden que una sanción en el pecho de un sandinista, venga de donde venga, es una medalla y que hay miles esperando por la que nos corresponde. ¡NO JODAN! esos que creen en los cantos de sirena o en los perros rabiosos que hacen retumbar sus ladridos contra nuestra dignidad porque no nos arrodillamos ante sus caprichos. ¡NO JODAN! los que han hecho de la mentira y la politiquería su actual modo de vida creyendo que eso les durará toda la vida, porque aquí lo único que es para siempre, porque no tiene vuelta atrás es esta revolución que llegó para quedarse y seguir conduciendo y haciendo de nuestra patria, todos los días, la mejor nación a lo largo de nuestra historia, así que ¡SE JODIERON!
Finalmente ubiquémonos en la imagen central que dominó esté 45/19, el de un gigantesco corazón que, latiendo de norte a sur, irradiando palpitaciones de energía vital hacia todos sus entornos, hizo escuchar su ritmo con la armonía melódica de la vida. Ese precioso corazón, visible desde los drones que nos mostraron su lienzo creativo y expuesto hasta el momento en que debía abrirse el telón de la obra en festejo nos simboliza la cuna íntima de una revolución llena de emociones y afectos que es siempre una fiesta para propios y ajenos que disfrutaron, desde la plaza o desde cada territorio del país, la majestuosidad de un evento que es émulo para otras naciones que quieren ser tan libres como esta Nicaragua, Nicaragüita.
Ese corazón no es la imagen anatómica que todos conocemos como parte de nuestro organismo sino nuestra expresión de vida, nuestro centro vital, nuestra intimidad espiritual y claro los sentimientos más profundos para realizar que fueron nuestros muertos los que dieron vida a la revolución de sus sueños, a esta patria, la mejor patria de todos los tiempos.
QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA.