Detalles del momento: “No nos descubrieron, chocaron con nosotros”
Por: Moisés Absalón Pastora.
En tanto la gran oligarquía logró tenernos como rehenes del oscurantismo, como si se tratara de una doctrina, una idea o un concepto religioso, nos metieron en la cabeza que cada 12 de octubre teníamos que reverenciarlo y nos lo inyectaron como el día glorioso de la “Raza” porque en una fecha así, en 1492, se produjo el encuentro de los dos mundos, el del viejo con el nuevo continente, lo que nos rememora la llegada a América de una expedición española dirigida por Cristóbal Colón por mandato de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
En realidad, el 12 de octubre de 1492, 532 años atrás, lo que pasa es que se da el grito de “tierra” cuando accidentalmente la expedición española divisa una de las islas que componen Bahamas y a partir de ahí los “conquistadores” comenzaron a escribir la historia desde sus propias conveniencias y lo primero que ocultan es que aquello era un contingente de piratas, ladrones, analfabetas, prostitutas y presidiarios obligados a servir en las tres carabelas, la Pinta, La Niña y la Santa María, a cambio de una aventura que pretendía demostrar básicamente que el mundo no era plano, sino redondo y que validada la tesis serían puestos en libertad.
Así inició para nuestra virginal américa una historia inenarrable de explotación brutal contra nuestros pueblos a la que España llamó cultura, evangelización, encuentro de dos mundos, mientras que el indígena, el que era percibido como indigente, se quedaba con los latigazos, con la esclavitud y la muerte que se bendecía con la cruz alzada de los primeros Frailes que nos hicieron católicos con la bendición de sus espadas.
Debemos a ellos indudablemente la casticidad de nuestro idioma, aunque hay muchas razas en nuestro indómito continente que aún hablan en propios dialectos, pero hablar castizo, razón por la cual algunos llaman a España la Madre Patria, nos costó el oro y la plata que nos robaron mientras nos regalaban espejitos; el ahogamiento y extinción de nuestras propias civilizaciones que se resistieron contra los cañones del pirata y que solo por su poder de fuego nos impusieron leyes con las que nos despojaron de grandes territorios y además costumbres de doble moral que terminaron afectando la nobleza de la sociedad tribal que teníamos al extremo que nos sembraron la desconfianza para enfrentarnos entre nosotros mismos.
Nosotros no le debemos nada a España, España nos debe a nosotros. La Europa de aquellos tiempos, tristemente para el continente indio americano, tuvo un impulso en su desarrollo económico e infraestructural con lo que a lo largo de siglos nos saquearon, porque primero fue España y detrás de esta vinieron otros a llevarse toda la materia prima que robaron y junto a todo lo que se llevaron, en cienes de barcos que atracaban en cualquier parte de nuestra américa y también se llevaban a nuestras mujeres con las que terminaron mejorando su raza con lo más bello de las amazónicas indígenas del continente americano.
Los españoles, son Europa y Europa son también los italianos, los franceses, los ingleses, los holandeses y otras nacionalidades, en países que son lo que son gracias a lo que hicieron a partir de 1492 contra nuestra américa y siguen en las mismas como si nada hubiese pasado, 532 años después, porque siguen creyendo que son más que nosotros, que son más cultos, más progresistas, más gentes, más inteligentes y más cualquier otra cosa, pero saben que, ese cuento, que se lo crea Yeyo porque nosotros no.
Hay indudablemente una gran ascendencia europea en nosotros los latinoamericanos, como negarlo si nuestras mujeres fueron violadas constantemente por estos carniceros que nos vinieron a asesinar a nombre de Dios y de la Cruz de Cristo, pero si uno habla con alguien parido en estas tierras de Incas y Olmecas, de Mayas y Aztecas, uno se da cuenta que no nos descubrieron, sino que chocaron contra nosotros y que sus espadas fueron vencidas por las flechas y lanzas de la dignidad que caracteriza a la resistencia que asumimos hace 532 años.
Quise editorializar hoy sobre este tema, no solo por el contexto de la fecha, del 12 de octubre, el mal llamado día de la raza, sino porque además me tiene profundamente indignado que estos europeos, culpables y responsables de las dos grandes guerras mundiales que causaron la muerte de millones de seres humanos; que tiene Reyes que roban hasta más de cien millones de euros y los disfruta en un dorado exilio; que enfrenta la demanda de todo un pueblo por las libertades que la propia cuna de la revolución liberal les niega en Francia; que es el referente de la más alta casta de la mafia siciliana que fue exportada a otras partes del mundo donde corre la sangre por las ejecuciones que hacen hampones que entre sus mismos sindicatos se hacen llamar familias y que son los mismos que pudrieron a América con escorias como Al Capone, cuya atrocidad legendaria como criminal, puso de moda la política del gran garrote de las naciones grandes y poderosas contra las pequeñas pero dignas que quieren construir su propio futuro.
Un puñado de individuos en el Parlamento Europeo, que representan a partidos y no necesariamente a gobiernos, han pretendido golpearnos la mesa con amenazas que nos dicen que si nosotros los nicaragüenses no aceptamos la forma, el estilo o los modelos de la fenecida democracia que les colapsó, entonces caerá sobre la tierra de José Santos Zelaya, Benjamín Zeledón y Augusto C. Sandino fuego y después nos sobrevendrá el diluvio si osamos contradecirlos como si ellos fuesen la catedral de la democracia.
Por supuesto que en nuestra patria hay mal nacidos, que de nicaragüenses solo tuvieron la cédula, pero no el corazón, que gozan con estas insolencias y que creen que aquí nos hacemos agüita y que nos pondremos de rodillas ante los neo colonizadores que jamás nos verán con la cabeza baja ante su poder de fuego y menos, aceptando a cambio de espejitos ni espejotes, que se sigan llevando nuestros tesoros con la venia de regala patrias y traidores que se estrellaron contra el espíritu de Zeledón y Sandino que es el que tenemos en nuestra alma.
A estos renegados de nuestra nacionalidad hay que decirles, con más fuerza que nunca, que el destino de Nicaragua se decide aquí, jamás en Bruselas como sede de la Unión Europea y que con todas esas amenazas, advertencias y con toda la chingada madre que se les ocurra pueden hacer lo que quieran, pero que si buscan algún efecto en nuestra sociedad lo que hacen es unirnos más alrededor de nuestro nacionalismo porque solo nosotros, los que vivimos aquí, somos los que verdaderamente sabemos qué pasa en Nicaragua donde hubo un reducido grupo de miserias humanas que se distinguieron por ser camiones de basura que siempre buscaron cómo descargar sus chanchadas sobre un país que les detesta y aborrece por tanto daño que le han causado.
Nicaragua es libre, soberana e independiente y se enredan aquellos que creen que somos una estrella en la bandera de los Estados Unidos o una colonia de cualquier país de ese viejo continente que tiene muchísimos problemas que resolver, pero que nos agarra, de la misma forma que el imperio, como bolero de tarro porque quieren desviar de la atención de sus pueblos los cuestionamientos que hacen a esos ridículos sistemas monárquicos que están fuera de órbita en un mundo que se carcajea con tanta opulencia que contrasta con la miseria que circunda a cada uno de esos castillos donde habita la sangre azul.
¿Qué se creyeron estos europeos y estos sus lacayos nacionales en Nicaragua?
¿De dónde sacaron tanta arrogancia y prepotencia y de donde imaginaron que a un pueblo como el nuestro nos temblaría la taba?
¿Qué parte de nuestra historia dice que aquí corremos al ruido de los caites?
Eso lo pueden hacer las manitas finas y caídas de la oligarquía criolla y los vende patria de quienes por tener algunos apellidos rimbombantes creen que nacieron para ser presidentes y los demás los López y los Pérez para ser peones de finca.
-La Unión Europea avaló el golpe de estado contra Mel Zelaya en Honduras.
-La Unión Europea avaló el golpe de estado contra Dilma Rousseff en Brasil.
-La Unión Europea avaló el golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia.
-La Unión Europea reconoce al tristemente célebre Juan Guaidó desconociendo la voluntad popular que eligió como presidente de Venezuela a Nicolas Maduro.
-La Unión Europea es el perro de pelea de Washington contra Rusia.
-La Unión Europea criminalmente calla lo que el sionismo israelí hace contra Palestina y la guerra generalizada que ha provocado en el medio oriente.
¿Y ENTONCES QUÉ?
¿Deberíamos esperar que haga lo contrario con un Daniel Ortega que es un crítico profundo contra el colonialismo imperialista que sojuzga a los pueblos que verdaderamente quieren ser libres, soberanos e independientes y que descaradamente está conduciendo al único espacio de vida que tenemos a la tercera guerra mundial?
Los del parlamento europeo tienen que lidiar con el hecho que dejaron de ser políticamente en la geografía mundial el continente potencia y entender a la vez que son ellos los que hora necesitan a países agrícolas y productores como nosotros.
Deben entender que ya Nicaragua diversificó sus relaciones comerciales, que considera que todas son importantes, pero que se abrió al mundo, para no tener exclusividades con nadie y por tal tiene los huevos de sus riquezas en varias canastas de manera que quienes nos amenazan lo primero que deban saber es que aquí estamos de pie, firmes, andando hacia adelante y riéndonos de los fracasados que confían en que sea el extranjero, el pirata, el filibustero, el invasor, el interventor el que venga ponerlos en un poder que no merecen, que no se rifa y que solo se alcanza con la relación con el pueblo y ellos por el contrario solo han demostrado que son asesinos de los nicaragüenses.
Estos creen que las sanciones, léase agresiones, contra algunos nicaragüenses, puso a llorar a los supuestos ofendidos. Ya la lista se hizo grande y saben qué hay otros miles que estamos haciendo filas para también nos pongan en ella porque viviendo de dónde vienen son medallas, son galardones, son reconocimientos en el pecho y en la honra y dignidad de los que con mucho nacionalismo han sabido interpretar, desde lo más profundo de sus almas, ese grito que nos representa ir de verdad hasta las últimas consecuencias, el grito de ¡PATRIA LIBRE O MORIR!
QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA