Diversificación y producción porcina son claves para la seguridad alimentaria
La diversificación de las fincas es una alternativa para las familias productoras que permite generar ingresos en diferentes épocas del año, optimizar los recursos, garantizar la disponibilidad de alimentos y generar fuentes de empleos. Desde las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio, se acompaña a las familias productoras, mediante la promoción de nuevas tecnologías, alternativas de alimentación para el ganado menor, manejo sanitario, entre otras; que permiten aprovechar de manera eficiente los recursos que disponen las familias en sus unidades de producción.
De acuerdo al estudio realizado por el Ministerio Agropecuario, MAG, se encontraron 140,755 familias productoras que tienen al menos 1 cerdo en sus fincas, con un inventario de 492,796 cabezas, concentrado en la Costa Caribe Norte, Costa Caribe Sur, Jinotega y Matagalpa. El 61.8% del hato corresponde a cerdos menores a 6 meses y 38.2% a cerdos mayores de 6 meses.
Por otra parte, se identificaron 63,398 cerdos en granjas tecnificadas y semi tecnificadas, que, sumadas al inventario en fincas, totaliza un hato nacional de 556,194 cerdos, de los cuales se destinan a la matanza mensual un promedio de 24 mil cabezas para el consumo nacional, permitiendo así, reducir la brecha para la soberanía alimentaria.
