Embajador de Nicaragua visita Ciudad del Vaticano
Su Excelencia, Cardenal Giuseppe Bertello, Gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano y presidente de la Comisión Pontificia de la Ciudad del Vaticano, recibió con afecto al Compañero Francisco Javier Bautista Lara y expresó sus saludos para el Gobierno y Pueblo de Nicaragua, su solidaridad por los fenómenos naturales que agravan la situación económica, social y humana generada por la pandemia a nivel mundial.
El Cardenal Bertello, nombrado por Benedicto XVI al frente de la Ciudad del Vaticano (septiembre, 2011), asume responsabilidad administrativa, financiera, la seguridad y la Guardia suiza, los museos e instalaciones, tiene a cargo unas dos mil personas. La gestión apostólica y política es atribución de la Secretaría de Estado. La Ciudad del Vaticano es un Estado Soberano, enclave dentro de Roma, uno de los seis microestados europeos, (extensión 0.44 kms. cuadrados), Sede del Pontífice y de la Iglesia Católica, inició como Estado independiente con los Pactos de Letrán (1929) entre la Santa Sede y el Reino de Italia que conquistó los Estados Pontificios (1870).
Con particular simpatía comentó que, desde que se desempeñó como Nuncio en México, y habiendo conocido a muchos latinoamericanos, le gustaba la manera de conversar de los nicaragüenses, recordó en particular al Cardenal Miguel Obando y Bravo. Compartimos algunos poemas de Rubén Darío y el impacto innovador que el Escritor centroamericano tuvo al imponer el modernismo a fines del siglo XIX. Se refirieron a la Inmaculada Concepción en Nicaragua, pueblo de devoción Mariana que conmemora con una Gritería la víspera del 8 de diciembre.
El Cardenal, participó en el conclave que eligió al Papa Francisco en 2013-, expresó esperanzas de que pronto el Mundo se recupere de la pandemia; dijo que su padre le contaba, a inicio del Siglo XX, sobre la fiebre española y cómo se prolongó tres años. Tenemos que aprender a convivir con esta realidad y quizás, como han dicho algunos Especialistas, el problema dure algunos años. La economía mundial se ha deteriorado, millones de familias, las más vulnerables, sufren los costos de la paralización; también se afectó la situación financiera del Vaticano, aunque, por instrucciones del Papa, decidieron preservar el empleo. Miles de Parroquias en el Mundo cerraron sus Oficios Religiosos y están pasando dificultades para subsistir.
Finalmente, Su Excelencia expresó, sus buenos deseos de paz y convivencia, de Solidaridad, fraternidad y amistad social para Nicaragua y el mundo, coincidente con los mensajes de Su Santidad.
Roma, Miércoles 25 de Noviembre de 2020