Harvin Padilla, El Sacerdote Terrorista
Por: Stalin Vladimir Centeno.
No tengo ni la menor duda, de que fue la mano negra y peluda de la Iglesia católica de Nicaragua, el cerebro intelectual de aquel golpe fallido en 2018 perpetrado contra todo un pueblo y en contra del buen gobierno sandinista. Sus diablos endemoniados con lenguas de fuego, cascos en sus patas, cola, sotana, cachos y trinchantes, abandonaron los púlpitos convertidos en tarimas política, para salir en desbandada a repartir odio, terror, muerte y sufrimiento.
Uno de esos demonios fue el sacerdote terrorista “enano cabezón” Harvin Padilla, de la Parroquia San Juan Bautista en masaya a quién Dios no le dio tamaño, pero el diablo lo agrandó de odio. Padilla fue el cerebro maldito que alentó a los terroristas que arrebataron la vida en 2018 al Suboficial de la policía Gabriel de Jesús Vado Ruiz. Su complicidad y mente criminal quedó al descubierto en un audio grabado, de todas sus comunicaciones que sostenía con los otros delincuentes a los que él dirigía:
“Les aviso al grupo soy el padre Harvin de aquí de la iglesia de San Juan, me avisaron ahí los feligreses de Pacaya que ya entraron los antimotines ahí a ese lugar y que ya vienen para Masaya” La orden del sotanudo terrorista fue el “tiro de gracia” para el compañero suboficial que estaba secuestrado por los golpistas:“Tengan retenidos a esos paramilitares, amárrenlos a como sea porque esa es una buena evidencia para los países internacionales”, les decía con toda frialdad.
“Busquen como amarrarlos y como esconderlos aunque sea en un excusado para esconderlos a esos jodidos. Ahorita están pasando aquí por la Parroquia de San Juan pero ni caso les hace la gente,cada quien está en su hogar en paro, no queremos saber nada de esa gente y lo que queremos es que se vaya Daniel y la Rosario Murillo con su gente”.
Harvin Padilla discípulo del diablo remataba con otra órden para tapar las evidencias de un crimen perpetrado contra un agente policial cuyo único delito fue tratar de proteger a nuestro pueblo: “Traten de pedirle que no se suba esa foto y video del paramilitar que están quemando para que no haya ningún problema igual nosotros borremos esas fotos” afirmó. “Cualquier cosa que ustedes escuchen sonar las campanas de San Juan o la sirena les pido por favor que estén alertas”, finalizó.
Por su parte el Papa Francisco, sabía de toda la barbarie que sus demonios en Nicaragua estaban cometiendo, pero prefirió hacerse el shakiro, mientras aquí los infernales traficantes de la fe, el Brenes Quaker, el sargento Báez, el amanerado de Álvarez, el cura borracho de masaya Edwin Román, y el enano cabezón de harvin padilla todos ellos sonaban una y otra vez las campanas que invocaban la muerte del pueblo inocente.
Han pasado ya 6 años, la mano de Dios prevaleció y los seres de las tinieblas que en abril del 2018 habían emergido, ya fueron enviados al infierno dónde pertenecen. En ese infierno se encuentran los miembros de la iglesia representantes del diablo aquí en la tierra,
los conspiradores de la embajada américana los avariciosos empresarios que además del poder económico pretendían el político, igualmente los difamadores con lengua viperina mercenarios a sueldo del imperio, que tergiversaron la verdad, agreguen a la alianza cínica, paridos por la misma iglesia y todos aquellos que levantaron la mano contra nuestro pueblo.