Muerto el perro se acabó la rabia
Por: Moisés Absalón Pastora.
Se volvió común en aquellos que en algún momento del 2018 se vieron con el poder en las manos y con las llaves del tesoro nacional bajo su discrecional resguardo lamentarse de estar atravesando por una crisis económicamente tan profunda y tan pesada, que, la necesidad le ganó al orgullo prepotente que antes mostraban como insignia del imperio que mostraban ante quienes pretendieron desaparecer.
Hay un dicho muy popular que sintetiza en toda su expresión el porqué hoy vemos, escuchamos y leemos, a quienes nunca tuvieron una profesión de la cual depender o de un trabajo por el cual sobrevivir, llamar a que les depositen, en cuentas bancarias debidamente habilitadas para ese fin, en córdobas o en dólares ya que hay para todos los gustos, porque hoy, dicen, atraviesan una situación muy difícil y que requieren urgentemente fondos para seguir en las suyas.
Ese dicho es aquel que razona la efectividad de ir al fondo del problema y el que enfrenta a la causa del mal causado cuando dice que “MUERTO EL PERRO SE ACABÓ LA RABIA”. Cuanta sabiduría existe en el decir popular porque después de haber sido tan pacientes, tan tolerantes, de poner mil veces siete la otra mejilla, diría yo, -perdónenme la expresión- tan “PENDEJOS”, que rebalsada la paciencia, yendo directamente al divieso, el fondo nos quedó totalmente claro y es que los depredadores de Nicaragua hicieron de la destrucción del país, de su país, de mí país un enorme y colosal negocio y cuando el bisturí le cayó al volcán de pus que concentraba el odio gerenciado desde la Fundación Violeta Barrios Chamorro, que hoy es materia de una investigación profunda que nos tiene comiendo ansias, lo que indica es que lo conocido hasta ahora no es nada comparado a lo que hay bajo esa nata coagulada de sangre que nos dejó el fallido golpe de estado que encontró en la Chamorrada la fuente administrativa de la millonada de dólares que el imperio financió para un oposicionismo que a pesar de la enorme marmaja fue tan incapaz que ni aun así pudo destruir al país.
Todavía existen casamatas terroristas, disfrazadas de “medios de comunicación” independientes” concepto que siempre he dicho es mas falso que la mentira, que hasta módulos alquilaban en INVERSACA que hoy descaradamente llaman a que los tontos útiles les depositen para seguir haciendo, dicen ellos, “periodismo independiente” cuando en lo más bonancible del fallido golpe de estado recibieron a manos llenas partidas de cienes de miles de dólares y hoy, en contraste con aquella opulencia y caminaditos fresas con los que se desplazaban, andan pidiendo con una mano adelante y otra atrás porque simplemente se les acabó el jabón.
Otros en el entretanto de la quiebra financiera han anunciado el cierre de sus oficinas o simplemente se fueron huyendo a Costa Rica, la corrupta centroamericana, para disfrutar de los millones que lograron sacar e invertir en negocios, comprar casas suntuosas y desde la impunidad que les permite ticolandia usar el territorio de ese estado para agredir, calumniar y difamar al nuestro con el pretendido, según ellos, de seguir proyectándose como “paladines”.
Lo más reciente de todo este cuento es que el tachuela de Rolando Álvarez, el político que bajo sotana quiere proyectarse como candidato, se sumó al cartel de los pedigüeños y ahora sucede que este reclama hasta a los católicos sandinistas, que han sido ofendidos por él y que por ser la mayoría en el país son también los más en la iglesia católica, que entreguen sus diezmos porque las trincheras mediáticas bajo su control están en crisis y requieren al menos, para sobrevivir de arrastrada, de 18 mil dólares mensuales para “Cruzar el Rubicón”, a propósito de la frase que se acuña a Julio Cesar y que refiere a encontrarse en una situación complicada de la que no se puede volver atrás, solo seguir adelante y que expone consecuencias donde hemos tomado una decisión definitiva con resultados irreversibles y claro todo hace indicar que al morirse el perro y acabarse la rabia aquí hay cosas que no tienen vuelta atrás, que condujeron a un callejón sin salida y que en su momento para muchos vividores y oportunistas fueron solo pan para hoy y hambre para mañana y de ahí la merecida angustia de quienes hoy se ven en la indigencia.
La política amigos por encima de lo imposible es lo posible y en consecuencia es algo muchas veces difícil de entender porque en ella la matemática es imperfecta tanto que 2 más 2 puede ser igual a 5, que los ríos se devuelvan, que las derrotas se conviertan en sublimes victorias.
La política es una ciencia muy compleja, es un campo minado porque requiere de mucha sabiduría, de mucho archivo histórico y memórico para aprender de los errores, de mucha escucha y olfato para determinar e intuir, pero sobre todo de mucho cálculo en el tiempo para tener a vista muchos escenarios simultáneos que construyan un fin para alcanzar un objetivo que por supuesto tiene que ser en favor inequívocamente de las grandes mayorías, del pueblo mismo, porque al final es lo que va a determinar si realmente hiciste política y en consecuencia te graduaste de político.
Lo contrario a la política es la politiquería porque esta es la marca que distingue a algunos que falsamente y solo como mampara se venden como líderes, pero con una tendencia natural a la perversidad que busca usar al pueblo, a las grandes mayorías, única y exclusivamente para el beneficio personal y todo para que al final termine ennegrecido por un enorme telón de corrupción que convierte en víctima a la ciencia política propiamente dicha pues no son pocos los que terminan creyendo que el político y el politiquero son los mismos, concepto tristemente injusto.
En un mundo ideal las naciones deberían ser gobernadas por personas justas, preparadas y con vocación de servicio a su pueblo, pero en el mundo real hay para todos los gustos. Hay personas sinceras y manipuladoras, hay gente con vocación o sin ella, hay individuos con inclinaciones totalitarias o con espíritu democrático, es decir hay de todo, pero lo que determina al final quien es quien no es, lo que dice o que presume ser, son sus acciones, sus resultados y eso es algo tan inocultable como un catarro, una renquera o un embarazo porque simplemente está a vista.
La politiquería no es un fenómeno exclusivo del presente, pues de alguna manera siempre han existido cabecillas y vivianes con inclinaciones perversas que se disfrazan de políticos y en Nicaragua la lista es grande y sus nombres han sido los mismos desde hace más de medio siglo y aunque solo se han ido depurando por efecto del proceso final de la vida misma, que es la muerte, hay otros dinosaurios que aún quedan y que insisten, a pesar que en el pasado nunca hicieron nada en tanto fueron gobierno, además gobiernos corruptos e ineficientes, en seguir haciendo de la politiquería un medio de vida, además holgado y suntuoso que indigna porque estafan a sus proveedores y financistas a nombre del pueblo de Nicaragua.
Hacer política es construir, es responder con soluciones, es crear condiciones, es generar consensos, es sumar, multiplicar, es un arte vocacional muy distinto a la voracidad delictiva de quienes usan la mentira y la manipulación para alcanzar posiciones que los ponga en línea de algún presupuesto o de cuotas de poder para vivir de las mayorías usando discursos de falsos salvadores.
Habiendo definido a groso modo la diferencia entre el político y el politiquero, aunque hay mucho más que decir sobre el tema, debo afirmar que hay algo más degenerado que el politiquero mismo y ese es el mercenario.
Un mercenario es un sujeto que realiza por otro, o sea por encargo, una tarea o una misión a cambio de dinero, entre más grande el monto mejor, pero eso al final no es lo importante porque hay quienes lo hacen por bagatelas. El mercenario es quien percibe una paga a cambio de lo que hace que en su caso no importa contra quien sea ni que condición o particularidad tenga su objetivo, porque lo único que interesa al mercenario es su paga, puede lanzarse contra la mejor persona del mundo o el mejor país del mundo, si a él le pagan va contra todo lo aquel o aquello que le pongan en frente, incluso su madre.
El mercenario a cambio de dinero, combate a favor de un poder extranjero que es quien generalmente le paga. Puede considerarse que un mercenario ingresa en una guerra por su afán de lucro, y no por motivos ideológicos o éticos, eso no está en su radar ni interés.
El mercenario no está comprometido con el bando para el que lucha. Su único objetivo es obtener un beneficio personal. Es un asesino a sueldo, un sicario solo mata y destruye siempre a cambio de la paga, pero nunca ni por el más mínimo sentimiento de causa porque lo suyo es ejecutar y aquí hay quienes desde el rol en la politiquería hacen muy bien su papel de mercenarios.
Centro mi comentario editorial en la “Danza de los Millones” que ya conocemos en lo general y que muy en lo particular está próximo a conocerse y eso tiene aterrorizado al imperio que nos lanza con todo y de todo para evitar que lleguemos a eso porque el asunto aquí nada que ver con la democracia y las libertades, aquí tenemos democracia, un estado de derecho, un pueblo que quiere seguir adelante y somos libres. Aquí el asunto es que estamos frente a un nueva versión del Irán-Contra y la Casa Blanca y la CIA y el establishment y todo eso que representa a Washington no quiere que se destape la olla podrida que pusieron al fuego, ni que nos enteremos de dónde vinieron los fondos que utilizaron para pretender u osar colocar a Nicaragua como una estrella mas de su bandera.
Todos esos mercenarios, si aún bailan, es por lo que la valija “diplomática” de Mr Kevin Sullivan, Embajador de Estados Unidos en Nicaragua, les pone en dosis ahora mucho más pequeñas, pero antes de eso en las redes sociales, esto de la danza de los millones se viralizó y no es una especie para nada especulativa porque ellos, las cabezas del fracasado oposicionismo, desde hace rato, enfrentados por la pugna de la tajada que cada quien creyó tener derecho a tener, lo ventilaron, lo hicieron público en los medios que les apoyaban y que también recibieron lo granel lo suyo, el fruto del pecado que hoy los exhibe como lo mercenarios que son.
Estados Unidos a través de la USAID, directamente desde la Casa Blanca, algunos países de Europa y Organismos No Gubernamentales al servicio del imperio destaparon descaradamente los patrocinios financieros que desde el 2009 recibieron a manos llenas y sin control para ejecutar el fallido golpe de estado de 2018.
Así vimos el mágico efecto Alka Seltzer de 40 millones dólares cuya casi totalidad fue a para a los bolsillos de vivianes muy conocidos que repartieron algunas migajas entre tontos útiles que les creyeron el cuento en algún momento de ser salvadores de su propia pobreza, pero que comenzaron a desgranarse una vez que conocieron la verdad cruda de estos criminales y terroristas que intelectualmente bañaron de sangre y destruyeron la Nicaragua de antes del 2018.
Así se repartieron los casi 20 millones de dólares para el golpe de estado fallido del 2018 botín que motiva el asesinato colectivo entre un oposicionismo que reclama el derecho a tener mucho más de la tajada que les asignaron para destruir al país.
Ahora vemos desfilar a los cabecillas de un montón de siglas que no lograron huir por el Ministerio Público y aunque hay otros que lograron huir hay organizaciones como la Fundación Violeta Barrios Chamorro, Hagamos Democracia, el IEEPP, CINCO, la Alianza Cínica, el Movimiento de Mujeres, Etica y Transparencia, Soy Humano, Grupo Care, ANPDH, CPDH, CENIDH, Colectivo de derechos humanos, FUNIDES, la UCA, INCAE, Popol-Nah, Movimiento Campesino, Movimiento por nicaragua y otras siglas políticas que son la sopa que hoy por hoy está en su mayor hervor y cuyo caldo ya sabremos con precisión a qué sabe.
QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA.