Mujeres protagonistas: Crónica de una militante
Por Nan McCurdy Es Misionera de United Methodist con la Junta General de Ministerios Globales. Nan ha servido al pueblo de Nicaragua de 1985 hasta hoy. Ha trabajado durante 20 años con mujeres y jóvenes a través de la Asociación de Mujeres y Comunidades de San Francisco Libre.
Pasé un mes en Guatemala en 1981, en plena guerra de guerrillas, y ahí estaba mi primera fase de darme cuenta de lo que estaba sucediendo en Centroamérica. Inmediatamente después me enamoré de Phil Mitchell, quien había pasado dos años en Chile y tenía una comprensión total de lo que Estados Unidos era capaz de hacer para mantener el control en un país.
Teníamos claro que EE.UU., usando la contra, estaba tratando de hacer un cambio de régimen como lo que había hecho en Chile y en tantos otros países. Qué macabro es pensar que tantos años después, en 2018, financiaron otra operación de cambio de régimen en Nicaragua.
Para los cincuenta años del asesinato de Sandino, Llevamos a un grupo de ex voluntarios del Cuerpo de Paz a Nicaragua para luego escribir artículos y hablar sobre lo que estaba pasando. Conseguí permiso para ir a Bluefields ya que era la único que no hablaba español. Estuve en la bahía el día de las primeras explosiones de las minas colocadas por la CIA en el puerto del Bluff, el 24 o 25 de febrero de 1984. Más tarde ese mismo año hicimos una serie de visitas a la embajada de Nicaragua en DC para comenzar a establecer una relación de hermandad no oficial entre Baltimore, Maryland y San Juan de Limay.
Nuestro objetivo era lograr que mucha gente de la zona de Maryland visitara Nicaragua y escuchara a la gente sobre el sufrimiento de la guerra de la contra y sobre los avances de la revolución. Así que en 1985 nos mudamos allí y descubrimos que casi todas las familias que conocimos habían perdido a alguien a manos de la Guardia Nacional o de la contra – los paladines de Reagan. Recibimos a más de treinta delegaciones en poco más de tres años. Trabajamos estrechamente con las Comunidades Cristianas de Base, que siguen siendo los y las líderes de la relación de hermandad en la actualidad. Y gracias a la gente muy comprometida de Limay y Baltimore, este hermanamiento sigue siendo fuerte el día de hoy.
A menudo cometo el error de decirle a la gente que crecí en Limay – lo cual no es cierto ya que tenía veintinueve años cuando nos mudamos allí. Pero aprendí tanto de la gente allí y de la revolución y de los horrores de la guerra que es cierto que políticamente crecí allí.
Conocí el programa del FSLN que se ejecutó en los años 80 y que ahora se está cumpliendo: igualdad entre hombres y mujeres, eliminación de la pobreza, cero analfabetismo, educación y salud gratuitas, niñez como único grupo privilegiado, etc. ¡Quién hubiera imaginado que incluiría muchas opciones de recreación y wifi gratis!
A fines de 1988 comenzamos a trabajar en todo el país, pero a través del Centro Ecuménico Antonio Valdivieso en Managua, donde continuamos teniendo estrechas relaciones con las Comunidades Cristianas de Base. Trabajamos con grupos internacionales para ayudarles a entender la revolución y la guerra de Reagan contra Nicaragua, como lo que hicimos en Limay.
Éramos Misioneros Metodistas y siempre sentimos que estábamos trabajando en la misma dirección que el Frente Sandinista – para crear el reino de Dios aquí en la tierra – una sociedad con vida abundante para todos. En el Centro Valdivieso siempre dijimos que “no había contradicción entre el cristianismo, el socialismo y el sandinismo”.
En 1991 Phil murió de una embolia pulmonar después de una simple operación en la pierna. Danielito tenía tres años y Norita trece meses. La gente siempre me preguntó por qué no volví a los Estados Unidos.
Nunca lo consideré. Creo que cuando uno es parte de algo tan importante como una revolución, y una revolución sometida a una cruenta guerra, te cimientas en esa sociedad.
Tuve suerte de conocer otro muy buen hombre y me enamoré de Miguel Mairena, el hermano menor de Laureano, que murió luchando contra la contra en Jalapa en 1992. Nos casamos en octubre de 1995. Ha sido un padre excelente para Daniel y Nora.
Ayudé a iniciar una organización de mujeres y jóvenes en San Francisco Libre y en San Juan de Limay para apoyar a las mujeres en sus procesos de empoderamiento para terminar con las relaciones violentas y crear equidad de género. Este trabajo fue mucho más rápido con los adolescentes y los adultos jóvenes. Para mi es fácil ver porque el financiamiento de la USA fue enfocado en jóvenes a través de los ONGs – es más fácil influenciar a los jóvenes.
Nuestro empleador nos pidió en 2014 que hiciéramos trabajo educativo en los Estados Unidos y el año pasado nos enviaron a Puebla, México para trabajar en desarrollo, especialmente en tecnología apropiada y estrategias de supervivencia con el cambio climático en un área desértica empobrecida de Puebla.
Desde abril de 2018 toda mi familia ha estado extremadamente activa en hacer lo que podamos para ayudar a derrotar el intento de golpe de estado. Me convertí en co-editora de NicaNotes, producido por la Alianza para la Justicia Global – la organización antiimperialista más activa en los Estados Unidos con trabajo en Venezuela, Cuba, y trabaja contra el militarismo, por la justicia racial y la justicia climática.
También soy parte de la formación de un colectivo de escritores, investigadores y activistas que se formó el año pasado para investigar y escribir lo que realmente estaba pasando y hacerla llegar a la gente en los Estados Unidos y otros países. Nuestro libro en inglés, “Nicaragua Live: ¿Uprising or Coup?” salió el 18 de abril de 2019. Y nuestro libro en español, “Nicaragua 2018: ¿Levantamiento Popular o Golpe de Estado?” ya está disponible gratis en Tortillaconsal.com. Puede descargar en PDF y leerlo en su computadora o su ordenador. Veintiocho personas colaboraron en este libro, muchas son internacionalistas.
Por eso, desde mayo de 2018 estoy inmersa diariamente en la lectura y resumen de las noticias nicaragüenses. He viajado a Nicaragua cinco veces desde abril 2018. No viví la violencia en carne propia, nuestras familiares, incluyendo tres hijos, sí. Pero solo resumiendo las noticias a diario ha sido desgarrador como tanta tortura, asesinatos e incendios provocados por la oposición. No creerías el número de videos de tortura que tengo en mi teléfono y mi computadora. Que macabro los torturadores siempre documentaban su trabajo – seguro para recibir su pago. Como ustedes saben, los grupos de derechos humanos a nivel internacional y en Nicaragua nunca publicaron nada sobre estos horrores. Así que somos nosotros los que tenemos que guardar la información, buscar como compartirla y nunca olvidarla.
Lo que sucedió en 2018 es peor que una película de terror. Pero mi historia personal, mi educación recibida en la revolución, mi nacimiento en los Estados Unidos y mi capacidad de hablar inglés me han permitido desempeñar un papel en la derrota del golpe. Y no te puedes imaginar lo orgullosa que estoy de mi marido y mis hijos. A menudo pienso en lo orgulloso que estaría mi primer marido Phil de ellos.
