Nicaragua… “Así se mueve…”
Stephen Sefton, Tortilla con Sal
Galileo puede o no haber dicho realmente “Aún así, se mueve…” al escapar de la condena de la Santa Inquisición por afirmar que la Tierra se mueve alrededor del Sol. Pero el dicho ciertamente se aplica en el caso de la persecución de Nicaragua por parte de la sádica Inquisición neoliberal de los países occidentales, cuyos oligarcas, medios corporativos y alternativos y organizaciones no gubernamentales aún creen que son el centro del universo. El pasado 28 de julio, Nicaragua lanzó esa ilusión a la cara del liderazgo político de Estados Unidos cuando el canciller Denis Moncada Colindres retiró formalmente el beneplácito del nuevo embajador propuesto de Estados Unidos en Nicaragua, Hugo Rodríguez.
En su audiencia de confirmación en el senado estadounidense, Rodríguez declaró abiertamente su intención de atacar la economía y las instituciones de Nicaragua. Entre otras cosas, declaró que trabajaría para excluir al país del Tratado de Libre Comercio de América Central. También prometió tratar de aislar a Nicaragua internacionalmente para así poder obtener la liberación de los criminales que el gobierno de Estados Unidos pagó a través de su corrupta red de organizaciones sin fines de lucro para derrocar al gobierno de Nicaragua en 2018 y tratar de interrumpir las elecciones nacionales del país en 2021. Incluso declaró que como embajador buscaría cómo impedir el desarrollo de las relaciones soberanas de Nicaragua con China y Rusia.
Las demente clases dominantes de Estados Unidos daban por sentado que podían imponer a Nicaragua un embajador públicamente comprometido a dañar la economía, las instituciones y los intereses vitales de ese país. ¿Por qué no lo harían? En los últimos veinte años, han destruido Haití y Honduras, han atacado persistentemente a Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela y han fomentado la destitución de gobiernos en Paraguay y Brasil. Idearon y apoyaron la persecución judicial contra Jorge Glas y Rafael Correa en Ecuador, contra Lula da Silva en Brasil y también contra Cristina Kirchner en Argentina, mientras apoyaron decididamente al gobierno corrupto de Mauricio Macri. Durante décadas apoyaron al régimen fascista, narcoterrorista en Colombia, ahora un socio clave regional de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Estos han sido algunos de los elementos clave de lo que el liderazgo, los diplomáticos y los medios de comunicación de Estados Unidos llaman “promover la democracia” en América Latina y el Caribe. En Europa, la fórmula de la OTAN era: “Mantener a Rusia fuera, a los estadounidenses dentro y a Alemania abajo”. La política actual de Estados Unidos en América Latina y el Caribe es similar: “Mantener a China fuera, a Estados Unidos dentro y a las potencias regionales abajo”. Nada podría ser más claro en cuanto a lo que significa la democracia para el gobierno de los Estados Unidos y sus propietarios corporativos.
Esta fórmula política deriva del dogma de la Inquisición occidental de que el mundo gira en torno a las oligarquías norteamericanas, europeas y aliadas, sin alternativa posible. En América Latina ahora, finalmente, otros líderes regionales como el mexicano Andrés Manuel López Obrador están siguiendo el ejemplo de Fidel y Raúl Castro y los sucesores revolucionarios Miguel Díaz Canel y sus camaradas, de Evo Morales y sus camaradas en Bolivia, de Chávez, Nicolás Maduro y el liderazgo bolivariano de Venezuela, de Daniel Ortega y Rosario Murillo en la Nicaragua sandinista y líderes de naciones insulares del Caribe como Ralph Gonsalves. Todos declaran abiertamente lo que Galileo solo podía murmurar en voz baja. En este caso, el mundo no gira en torno a Occidente.
Como dijo Ralph Gonsalves recientemente en Managua, “Vengo de un pequeño País de nuestro Hemisferio, pero este pequeño País cree y se suscribe a grandes Principios: La defensa de la Soberanía y la Independencia; no interferencias y no Intervencionismos en nuestros propios asuntos; de poder conducirnos nosotros mismos y nuestras Civilizaciones más allá, y para poder caminar con todos los Pueblos alrededor de todo el Mundo, en amistad pero no bajo subordinación. En ese sentido, somos amigos de todos y aspiramos para un Mundo Mejor. Sobre la base de mi propia experiencia y mi entendimiento del Mundo y en la luz de todos esos Principios que defendemos, puedo decir inequívocamente, que ningún arma apuntada en contra de Nicaragua prosperará.”
El pueblo de Nicaragua tiene todas las razones para tener fe en la visión de Ralph Gonsalves de un Mundo Mejor. En 2022, la economía de Nicaragua ha tenido un desempeño exitoso a pesar de las graves pérdidas resultantes del fallido intento de golpe de Estado de 2018 y la drástica contracción económica mundial hasta 2020, agravada por las pérdidas significativas de dos huracanes en noviembre de ese mismo año. El PIB de Nicaragua creció casi un 10% en 2021 y está en camino de crecer nuevamente por encima del 5% este año, reanudando la tendencia establecida en los años anteriores a 2018. Daniel Ortega, Rosario Murillo y su equipo de gobierno gozan de más del 70% de aprobación de sus políticas. Nicaragua tiene el porcentaje más bajo de personas dispuestas a emigrar en comparación con sus vecinos, incluida Costa Rica, donde la pobreza ahora supera el 30% de su población. Nicaragua tiene el mejor sistema de salud pública de Centroamérica, el cual es completamente gratuito. El país cuenta con un sistema educativo nacional gratuito desde el preescolar hasta la universidad, que incluye un programa nacional de formación técnica profesional integral masivo. La educación universitaria incluye programas de extensión a áreas rurales de todo el país. Esa democratización de la atención de la salud y la educación se extiende profundamente a las bases de la economía, asegurando el crédito, el apoyo técnico y el acompañamiento de comercialización para los pequeños agricultores y las pequeñas y microempresas que los bancos privados nunca financiarían.
La economía popular de Nicaragua proporciona el 70% del empleo del país y ha hecho posible que el país produzca el 90% de sus propios alimentos. Nicaragua ocupa el primer lugar en América Latina y el Caribe en igualdad de género. Es el país más seguro de Centroamérica, con la tasa de homicidios más baja y la tasa de robo de automóviles más baja. En términos de infraestructura, Nicaragua tiene el mejor sistema de carreteras de América Central. El 99% del país tiene electricidad. el 93% de la población tiene acceso a agua potable. Cada día de clases, 1.2 millones niñas y niños reciben una comida escolar gratuita.
En términos de restitución de derechos de propiedad, más de 530,000 familias han recibido títulos legales gratuitos de sus propiedades desde 2007. En 2021, el gobierno completó la titulación legal de 25 Propiedades Comunales de los Pueblos Originarios, que cubren 315 comunidades con 41,000 familias, en un área de 38,000 kilómetros cuadrados que es el 30% del territorio nacional de alrededor de 130,000 km2. Las leyes de Nicaragua que garantizan la autonomía regional a los pueblos indígenas y afrodescendientes del país son las más innovadoras y de mayor alcance en el hemisferio. Por lo tanto, los logros de Nicaragua avergüenzan a países mucho más ricos, como Argentina, Colombia o Chile, o los propios Estados Unidos, donde se les dice a su población que no pueden tener atención médica gratuita.
Los Estados Unidos, los países europeos y otros países aliados se están hundiendo cada vez más profundamente en la ilegitimidad política y la crisis económica. Su política exterior es un fracaso desastroso, que los deja aislados internacionalmente, mientras que los países del mundo mayoritario reconocen cada vez más el liderazgo de China y Rusia. Estados Unidos ha intentado y fallido en derrocar a gobiernos desafiantes en la región, como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Sin duda, pronto podría aplicar más medidas económicas coercitivas unilaterales ilegales contra Nicaragua. Sin embargo, dada la población relativamente pequeña del país, Nicaragua puede esperar que sus relaciones recientemente renovadas con China compensen el grueso de cualquier medida hostil de los Estados Unidos, tanto en términos de comercio como de financiamiento de cooperación para el desarrollo.
A medida que las opciones de Estados Unidos para cooptar, socavar o derrocar al gobierno de Nicaragua disminuyen, el Presidente Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo y el gobierno sandinista del país disfrutan de una legitimidad efectivamente inexpugnable. La economía del país sigue siendo sólido y resiliente. Si bien el cinismo monstruoso de la oligarquía gobernante de Estados Unidos significa que no se puede descartar ninguna eventualidad, para el momento la Inquisición occidental tendrá que limitarse a hacer de Nicaragua una hoguera meramente informática a manos de sus medios y ONGs. Si quieren evitar la congelación este invierno, bien podrían considerar quemar las montañas de informes falsos que éstos han producido sobre el país año tras año. La propia Nicaragua seguirá moviéndose, como dijo Sandino, Siempre Más Allá…
Nicaragua… “It moves…”
Stephen Sefton
Tortilla con Sal, August 1st 2022
Galileo may or may not truly have said “Still, it moves…” on escaping condemnation by the Holy Inquisition for asserting that the Earth moves around the Sun. But the saying certainly applies in the case of Nicaragua’s persecution by the sadistic neoliberal Inquisition of Western countries whose oligarchs, corporate and alternative media and NGO hangers-on still believe they are the center of the universe. Last July 28th, Nicaragua threw that delusion in the face of the US political leadership when Foreign Minister Denis Moncada Colindres formally refused the routine agrément for Hugo Rodriguez, the proposed new US ambassador to Nicaragua.
At his senate confirmation hearing, Rodriguez openly declared his intention to attack Nicaragua’s economy and institutions. Among other things he declared that he would work to exclude the country from the Central American Free Trade Agreement. He also promised to seek to isolate Nicaragua internationally so as to obtain the release of criminals the US government paid via its non profit network to overthrow Nicaragua’s government in 2018 and to try disrupting the country’s national elections in 2021. He even declared that as ambassador he would contest the development of Nicaragua’s sovereign relations with China and Russia.
The demented United States ruling classes took for granted that they could impose on Nicaragua an ambassador publicly committed to hurting that country’s economy, institutions and vital interests. Why would they not? Over the last twenty years or so, they have destroyed Haiti and Honduras, persistently attacked Bolivia, Cuba, Nicaragua and Venezuela and fomented government ousters in Paraguay and Brazil. They drove the lawfare persecution against Jorge Glas and Rafael Correa in Ecuador, against Lula da Silva in Brazil, and too against Cristina Kirchner in Argentina while ardently nurturing the corrupt government of Mauricio Macri. For decades they supported the fascist narco-terror regime in Colombia, now a key partner in the region of the North Atlantic Treaty Organization.
All these have been among the key elements of what the US leadership, diplomats and media call “promoting democracy” in Latin America and the Caribbean. In Europe, NATO’s formula was: “Keep Russia, out, the Americans in and Germany down”. Current US policy in Latin America and the Caribbean is similar: “Keep China out, USA in and regional powers down”. Nothing could be clearer as to what democracy means for the US government and its corporate owners.
This policy formula derives from the Western Inquisition’s dogma that the world revolves around the North American, European and allied oligarchies with no possible alternative. In Latin America now, finally, other regional leaders like Mexico’s Andres Manuel López Obrador are following the lead of Fidel and Raul Castro and revolutionary successors Miguel Díaz Canel and his comrades, of Evo Morales and his comrades in Bolivia, of Chávez, Nicolás Maduro and Venezuela’s Bolivarian leadership, of Daniel Ortega and Rosario Murillo in sandinista Nicaragua and Caribbean island nation leaders like Ralph Gonsalves. They all declare openly what Galileo could only mutter under his breath. In this case, the world does not turn around the West.
As Ralph Gonsalves put it recently in Managua, “I
come from a small Country in our Hemisphere, but this small Country believes
and subscribes to large Principles: The Defense of Sovereignty and
Independence, non-interference and non-Intervention in our own affairs; so as
to able to lead ourselves and our Civilizations onward, and to be able to walk
together with all the Peoples around the World, in friendship but not in
subordination. In that sense, we are friends with everyone and aspire for a
Better World. Based on my own experience and my understanding of the World and
in the light of all those
Principles that we defend, I can unequivocally say that no weapon pointed
against Nicaragua will prosper.”
People in Nicaragua have every reason to have faith in Ralph Gonsalves’ vision of a Better World. In 2022, Nicaragua’s economy has performed successfully despite severe losses resulting from the 2018 failed coup attempt and the drastic global economic contraction through 2020, compounded by significant losses from two hurricanes in November that same year. Nicaragua’s GDP grew by almost 10% in 2021 and is on track to grow again by well over 5% this year resuming the trend established in the years before 2018. Daniel Ortega, Rosario Murillo and their government team enjoy over 70% approval for their policies. By a very long way Nicaragua has the lowest percentage of people disposed to emigrate compared to its neighbors, including Costa Rica where poverty is now running at well over 30% of its population.
Nicaragua has the best public health system in Central America, one which is completely free. The country has a free national education system from preschool up to university including a massive comprehensive national vocational technical training program. University education includes outreach programs to rural areas across the country. That democratization of health care and education extends deep into the grass roots of the economy, ensuring credit, technical support and marketing accompaniment for small farmers and small and micro-businesses that private banks would never finance.
Nicaragua’s popular economy provides 70% of the country’s employment and has made it possible for the country to produce 90% of its own food. Nicaragua ranks first in Latin America and the Caribbean for gender equality. It is the safest country in Central America, with the lowest murder rate and the lowest rate of car theft. In terms of infrastructure Nicaragua has the best highway system in Central America. 99% of the country has electricity. 93% of the population have access to clean drinking water. Every day of classes, 1.2 million schoolchildren receive a free school meal.
In terms of restitution of property rights, over 530,000 families have received free legal title to their property since 2007. In 2021, the government completed extending legal title to 25 Properties of Original Peoples, which cover 315 communities with 41,000 families, over an area of 38,000 square kilometres which is 30% of the national territory of around 130,000 km2 Nicaragua’s laws guaranteeing regional autonomy to the country’s indigenous and afrodescendant peoples are the most innovative and far-reaching in the hemisphere. Thus Nicaragua’s achievements put to shame much wealthier countries, like Argentina, Colombia or Chile or the US itself, whose people are told they cannot have free health care.
The United States and its European and other allied countries are sinking ever more deeply into political illegitimacy and economic crisis. Their foreign policy is a catastrophic failure, leaving them isolated internationally, while majority world countries increasingly recognize the leadership of China and Russia. The US has tried and failed to overthrow defiant governments in the region, like Cuba, Nicaragua and Venezuela. No doubt it may soon apply more illegal unilateral coercive economic measures against Nicaragua. However, given the country’s relatively small population, Nicaragua can expect its recently renewed relations with China to compensate the bulk of any hostile US measures, both in terms of trade and finance for development cooperation, .
As US options to coopt, undermine or overthrow Nicaragua’s government steadily vanish, President Ortega, Vice President Rosario Murillo and the country’s Sandinista government enjoy effectively unassailable legitimacy. The country’s economy remains robust and resilient. While the monstrous cynicism of the US ruling oligarchs means no eventuality can be ruled out, at least for now the Western Inquisition can make only a media and NGO bonfire of Nicaragua. If they want to avoid freezing this winter, they might well consider burning the mountains of false reports they have produced on the country. Nicaragua itself will continue moving, as Sandino said, siempre más allá… always further on.