Lanzamiento del estado mundial de la pesca de la FAO
Ayer 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, Nicaragua participó en el lanzamiento del Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura, en la cual participó la Compañera Mónica Robelo, Embajadora de la Republica de Nicaragua ante el Gobierno de la República de Italia y el Compañero Edward Jackson Abella, Presidente Ejecutivo del INPESCA.
En este lanzamiento se abordaron temas sobre tendencia mundial de la producción, comercio y sostenibilidad biológica de los recursos acuícolas, así como el panorama mundial de la pesca y acuicultura y normativas dirigidas a los responsables de las políticas públicas, del sector.
De igual manera se analizaron los efectos del COVID-19 en el sector pesquero y acuícola mundial, uno de los más afectados como consecuencia del confinamiento, las dificultades logísticas y el cierre generalizado de restaurantes y lugares turísticos.
El Director General de la FAO, Señor QU Dongyu, en su discurso destacó el papel fundamental de la pesca y de los productos pesqueros en la seguridad alimentaria y nutricional, haciendo énfasis en sus cualidades saludables y de su menor impacto en el medio ambiente. Asimismo, subrayó que el SOFIA, aporta cada vez más evidencias de que, “si bien la ordenación eficaz de la pesca permite reforzar o recomponer las poblaciones de peces, el hecho de no implementar estas medidas pone en peligro su contribución a la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia”.
Por su parte, el Señor Manuel Barange, director del departamento de pesca y acuicultura de la FAO, al presentar el informe, atestiguó la importancia de una ordenación activa para alcanzar y mantener la sostenibilidad biológica, subrayando a la vez la urgencia de replicar estos enfoques en las pesquerías y regiones, donde los sistemas de ordenación son precarios.
Según las estimaciones presentadas, la actividad pesquera mundial puede haber disminuido en alrededor del 6.5%, como resultado de las restricciones de mano de obra resultante de la emergencia sanitaria del COVID-19, así como la interrupción del transporte internacional y el descenso del turismo han afectado la exportación de productos acuícolas y los canales de distribución de muchos tipos de pescado.