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  • 29 octubre, 2021

Presidente del BCN presenta “Estado de la Economía y Perspectivas 2021”


El Presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes R., realizó el 28 de octubre de 2021, la presentación del “Estado de la Economía y Perspectivas 2021”, cuyo objetivo es ofrecer una evaluación de los principales agregados macroeconómicos, describir las acciones de política económica implementadas y brindar una proyección de las principales variables macroeconómicas, con énfasis en las fortalezas y los riesgos eventuales del contexto nacional e internacional.

Según el informe, en 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) presentó una recuperación económica significativa, consolidándose la trayectoria positiva que venía observándose desde finales de 2020, después que la economía fuese afectada por el COVID-19. La mayoría de los sectores económicos ya se encuentran reactivados y en crecimiento. El principal impulso provino de las mayores exportaciones, originadas por un resurgimiento de la demanda internacional y de mejores precios externos, así como del avance de la vacunación que mejoró las expectativas, aumentándose el gasto agregado, tanto de consumo como de inversión, consecuentemente también aumentaron las importaciones.

El empleo se estabilizó presentando una tasa de desempleo moderada. Después de haberse observado una tasa global de participación laboral en ascenso a fines del segundo semestre del año pasado, durante 2021 esta regresó al promedio, indicando que el mercado laboral aún no ha finalizado su ajuste y que la pandemia podría estar incidiendo tanto en la oferta como en la demanda laboral.

La recuperación de la actividad económica y la mayor demanda han presionado los precios, los que han crecido durante 2021. Los principales factores que impulsaron la mayor inflación han sido de orden internacional, como lo son: el alza de los precios de los combustibles, el aumento de los costos de transporte de carga internacional, el desabastecimiento de la cadena de suministros y los paquetes de estímulos fiscales que aumentaron el gasto.

Las variables monetarias continúan presentando un buen desempeño, reforzando el espacio de la recuperación económica. En este sentido, todos los agregados monetarios continuaron reflejando tasas de variación interanual positivas de dos dígitos. El mercado cambiario continuó estable y el BCN, mediante sus operaciones monetarias, continuó propiciando un manejo adecuado de la liquidez del sistema financiero que apoyaron la acumulación de reservas internacionales.

La intermediación financiera ha continuado su proceso de estabilización en línea con las acciones de las autoridades económicas para salvaguardar la estabilidad financiera, particularmente, frente al escenario de estrés provocado por el COVID-19. Así, se destaca el crecimiento de los depósitos, del crédito bancario y la estabilidad de los indicadores de liquidez y de solvencia. Por su parte, el crédito ha comenzado a crecer en términos interanuales desde mayo de 2021 al retornar su demanda y al mejorarse las condiciones financieras que han entrado en la parte ascendente del ciclo financiero.

Las finanzas públicas han observado una mejora significativa de la recaudación tributaria, pero mantenido una política prudente en términos de gasto, priorizando el gasto social en salud y de inversión en infraestructura productiva. Asimismo, la gestión del financiamiento interno y externo, han permitido el financiamiento sano del déficit público el que ha estado bajo y controlado, con crecimiento del endeudamiento por debajo de lo ocurrido en otros países.

La recuperación de la economía mundial ha impulsado una mayor demanda externa y ha favorecido el precio de los productos de exportación, lo que se ha reflejado en un mayor dinamismo. Asimismo, el entorno internacional ha facilitado mayores flujos de remesas familiares, principalmente las provenientes de economías en crecimiento, así como un aumento en los flujos de inversión extranjera.

Por su parte, el Informe de Estabilidad Financiera indica que, durante 2021, Nicaragua consolidó la estabilidad financiera en medio de una significativa recuperación económica que ha mejorado las expectativas y la capacidad de pago de los hogares y las empresas.

Las instituciones bancarias y financieras también muestran estabilidad. Particularmente, se observa un retorno de la actividad de intermediación financiera bancaria, con el crédito comenzando a fluir hacia los sectores productivos, lo que vendrá a potenciar la recuperación económica actual y la estabilidad del sistema financiero nacional.

Por su parte, los principales mercados financieros han afianzado su estabilidad. El mercado cambiario se desarrolla sin presiones de demanda, lo que se reflejó en una menor brecha cambiaria de venta. El mercado monetario continuó proveyendo de liquidez al sistema financiero y el Banco Central de Nicaragua (BCN) mantuvo una política acomodaticia con la tasa de referencia de reportos monetarios (TRM) estable, a un bajo nivel. El mercado de valores continuó facilitando las transacciones de títulos, particularmente públicos, los que presentan una reducción en sus tasas. El mercado de crédito comenzó a reflejar un crecimiento positivo, que reforzará el proceso de recuperación económica. El mercado hipotecario presenta señales de estabilización. Mientras que, el mercado de seguros continúa aumentando sus operaciones de cobertura frente a riesgos.

A nivel local, los principales indicadores financieros reflejaron estabilización e incrementos y, en varios casos, reducción de vulnerabilidades, como las siguientes: La valoración de los precios de los activos no presenta desequilibrios, comportándose en línea con la recuperación económica. La liquidez agregada se ha mantenido estable, ubicándose en niveles elevados. El apalancamiento del sistema financiero muestra una reducción, aunque cada vez menor, principalmente el proveniente de financiadores externos, ya que continúan creciendo las obligaciones con el público. Consistente con la recuperación económica, el endeudamiento de los hogares y las empresas comenzó a crecer, después de haber disminuido hasta el primer trimestre de 2021, lo que aumentaría la capacidad para generar un mayor gasto. La deuda pública continuó aumentando, pero en condiciones concesionales de bajas tasas de interés y largos plazos de repago.

Así, tomando en cuenta el entorno externo favorable y la evolución positiva de la actividad económica doméstica en la primera parte del año, así como la condición sólida de la estabilidad financiera, el BCN estima que la economía nicaragüense crecerá en 2021 en un rango de entre 6.0 – 8.0 por ciento. Esta proyección de crecimiento está sustentada en: la recuperación de la economía mundial que tendrá un efecto positivo sobre la demanda de exportaciones, las remesas y el flujo privado de financiamiento, la recuperación del crédito, el avance de la vacunación y las mejores expectativas que han activado el gasto de consumo y de inversión.

En cuanto a la inflación, se proyecta que para 2021 esta se ubicará en un rango de entre 4.5–5.5 por ciento, como resultado, sobre todo, del traspaso de los precios internacionales a los precios domésticos. Esta mayor inflación, respecto de la observada en 2020, se debe principalmente a: el alza en los precios internacionales de los combustibles, el aumento de los costos de transporte debido a problemas logísticos en las cadenas de suministros y al aumento de la demanda global de bienes y servicios como secuencia de la recuperación económica.

En este entorno, el BCN continuará manteniendo una política monetaria acomodaticia en lo que resta de 2021, haciendo énfasis en la intermediación financiera y la movilización del crédito hacia los sectores productivos. No se esperan cambios en la TRM del BCN para lo que resta del año, aunque se mantendrá la vigilancia para reaccionar en correspondencia con los movimientos de las tasas de interés internacionales y de las condiciones monetarias internas. La política cambiaria también se mantendrá inalterada, con un deslizamiento cambiario del 2 por ciento anual.

Pese a las perspectivas favorables, persiste aún cierta incertidumbre y riesgos de que un rebrote del COVID-19 y sus variantes, frene la recuperación mundial, o al menos la limite. Un factor de riesgo externo adicional podría ser un incremento persistente en el nivel de precios internacionales que afecte las expectativas de inflación y haga reaccionar a los bancos centrales con una reversión de los programas de estímulo monetario y aumento de las tasas de interés que endurecería las condiciones financieras globales.

Para finalizar, el Presidente del BCN señaló que, a pesar de estos riesgos, el análisis de escenarios de estrés realizado por el BCN confirman una alta resiliencia de la economía y del sistema financiero a cada uno de los riesgos identificados.

MÁS DETALLES EN LOS SIGUIENTES ENLACES:

Managua, 28 de octubre 2021

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