Revolucionando la conciencia llegamos a la libertad
Ramón Pedregal Casanova
Hoy el corazón está mal, no se qué decirle, entre tanta mala noticia del crimen sionazi en Palestina Gaza, no me había dado cuenta de que han pasado 3, 4 días y no he recibido ninguna comunicación del hermano. Lo conocí a su paso por mi ciudad hace no se bien cuantos años, entonces quedamos en intercambiar información, vivía, ojalá y siga vivo, en Gaza. Su última nota decía: “No nos iremos de nuestra casa ni de nuestro país”. He repasado las imágenes que llegan teniendo miedo de verle entre los asesinados por los sionazis en sus bombardeos. No ha aparecido. No llega ninguna señal suya.
¿Qué se puede pensar?
Recuerdo que me contó que en la guerra última antes de encontrarnos, su esposa, los niños, y él, se refugiaban en el sótano de la casa y que cuando caían las bombas y temblaba el suelo y las paredes, tratando de distraer a los pequeños les decían que gritasen con ellos tras la explosión ¡Viva Palestina!, y daban un fuerte aplauso. Nos reíamos con tristeza. Hoy esos hijos serán mayores, si pudiese abrazarlos. Pero, por qué hay que pensar en lo peor. No es hora de que calle el corazón.
En el mismo corazón la tristeza se aparta para agitarse cuando recuerdo la procedencia de la frase “Revolucionando la conciencia llegamos a la libertad”. Me parece la más necesaria para todas las generaciones, es cierto que se puede leer y escuchar en países libres de imperialismo, podía ser en Cuba, podía ser en Venezuela, y la leí y la escuché en Nicaragua. Jamás, por principio, ningún gobierno imperialista permitirá que se revolucione la conciencia del pueblo, su clase ladrona quiere continuar viviendo de la explotación de todos los pueblos, no va a revolucionar nada.
La consigna “Revolucionando la conciencia llegamos a la libertad” la leí y la escuché en la Universidad de Managua el día en que se conmemoraba la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización. Se inauguraba el Museo de la Cruzada en el recinto universitario que habían tenido ocupado los neoliberales que se vestían con ropas de sacerdote y se dedicaban a la eliminación de toda crítica y a la propaganda neoliberal, por medio estaba el tráfico de títulos y otros asuntos de mercenarios que en el intento de golpe de Estado de 2018 causaron cientos de muertos y la destrucción de miles de millones en bienes sociales. Con ese mal hacer y su corrupción se atrevieron a provocar, los últimos años no presentaron su estado de cuentas, no declararon de dónde obtenían el dinero y quienes lo manejaban y para qué, así rompieron con la legalidad.
El 16 de octubre, hace ahora 5 días, el centro universitario ha adoptado el nombre de Universidad Pública Casimiro Sotelo, como homenaje a ese estudiante universitario revolucionario de los años 60. La historia del centro la encuentra usted mucho mejor contada en el siguiente artículo:
https://cuadernosandinista.com/2023/08/18/la-extinta-uca-en- nicaragua/
Como les decía, la consigna “Revolucionando la conciencia llegamos a la libertad” la leí y la escuché en la Universidad de Managua, fue el día en que se conmemoraba la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización.
Debido a la hazaña alfabetizadora del Gobierno Sandinista, en el año 2000 la UNESCO reconoció a Nicaragua con la medalla más importante por esa grandísima labor, y en el 2007 también incluyó el acontecimiento revolucionario alfabetizador, retomado con el triunfo electoral, que patentiza la frase “Revolucionando la conciencia llegamos a la libertad”, así quedó como parte de Las Memorias del Mundo, lo que se expone como un verdadero tesoro para la Humanidad.
Universidad revolucionaria, Universidad Pública Casimiro Sotelo, humanista, transformadora de la sociedad y defensora de la Patria, ya se encuentra en funcionamiento, un gran motivo de felicidad en este día en el que el corazón se ha visto entristecido por la falta de noticias de un querido hermano Palestino, al que acompaño pensando que sus buenas noticias van a llegar pronto.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Internacionalista e integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN