Rubén Darío, profeta de la paz
“Rubén Darío fue el Poeta de su tiempo y de nuestro mañana. Carlyle llamó a Dante ‘la voz de diez siglos de silencio’. Rubén Darío fue la voz del corazón de veinte repúblicas”.
Así expresó el famoso columnista norteamericano Frank Crane, a raíz de la muerte del Panida Universal, en un artículo publicado el 18 de marzo de 1916 en “The Evening Star”, periódico que circuló en Washington D.C., la Capital estadounidense.
Crane conoció a Darío en Nueva York, y fue uno de los numerosos Periodistas de la época, tanto de la prensa en español como en inglés, que reconocieron el extraordinario genio del poeta nicaragüense y vaticinaron que su legado traspasaría las barreras del tiempo y del olvido.
Los archivos internacionales registran numerosas publicaciones en fechas y lenguas diferentes, que incluyen el finés, sueco, danés, latín, entre otras más, que destacan el liderazgo pacifista del Príncipe de las Letras Castellanas, y dan fe de su inmenso e inagotable impacto literario y social.
Entre sus múltiples admiradores de ayer y hoy, se encuentran escritoras como las finlandesas Saima Harmaja (1913-1937), o Anna Jyrämä, de 19 años, quien tradujo al finés en 2016 una docena de poemas del Padre del Modernismo y Profeta de la Paz.
Como se recordará, Darío leyó su famoso Poema “¡Pax…!” (Paz), en una actividad antibélica organizada en la Universidad de Columbia, Nueva York, en febrero de 1915 (la Primera Guerra Mundial había estallado en julio de 1914).
El 8 de Enero de 1916, pocas semanas antes de su muerte, apareció en “La Crónica”, Diario de California (EE.UU.), su poema “Visión de la Guerra”, reafirmando su profunda convicción en favor de la paz y la humanidad.
El Verbo de Darío, Canto de Vida renovada y Esperanza, es un verbo de amor y fraternidad que marcará siempre la Senda a seguir en la construcción de un mundo más justo y humano, un mundo más pacífico y Dariano.