Bendita Coincidencia
Septiembre mes de la Patria y mes de la Biblia
Recordar a nuestros próceres, celebrar nuestra independencia, vivir el Evangelio como el logos que se hizo carne, hace de septiembre un tiempo especial que va más allá de una tradición; porque nos hace recordar lo que es Patria y al conmemorar un año más de la traducción de la Biblia a nuestro idioma nos enlaza y nos conecta con lo trascendente, con lo espiritual. Bendita coincidencia.
La Patria de Darío, es la Patria de Sandino y la Patria de Sandino es nuestra Patria, nuestro hogar donde están los huesos y las raíces de nuestros antepasados, de los próceres de la independencia, de los valientes flecheros y de todos los hombres y mujeres que con firmeza e hidalguía supieron defender nuestra patria, nuestro territorio y no permitieron que el yanqui invasor mancillara nuestra dignidad.
En este glorioso mes de septiembre en Nicaragua y en el mundo de habla hispana se conmemora el hecho histórico de la traducción de la Biblia al español. En nuestro caso el último domingo de septiembre de cada año en base al Decreto Presidencial No. 3317 publicado en La Gaceta No. 149, los cristianos evangélicos (deberíamos de ser todos los cristianos) conmemoramos ese hecho histórico de haber recibido en nuestras manos y en nuestro idioma el Testamento escrito de Dios para la humanidad conocido como Santa Biblia.
En este mes, en la mayoría de los municipios, pueblos y comarcas de nuestro país, se están realizando diversas actividades conmemorativas, donde miles de evangélicos y pueblo creyente desde los templos, parques y calles dan testimonio de diversas maneras que en Nicaragua la Palabra de Dios corre y es glorificada. La conmemoración de este 454 Aniversario de la Traducción de la Biblia al Castellano es un momento propicio y oportuno para darle gracias a Dios por la Palabra Revelada y ahora escrita, por los santos hombres de Dios que milagrosamente guardaron de manera oral y en papiros la Palabra inspirada, Por los traductores y compiladores de las lenguas antiguas a nuestro idioma, por los precursores del Evangelio, por los que alfabetizaron y alfabetizan a los hermanos que no saben leer para que lean la Palabra de Dios “ y como oirán, sin haber quien les predique” (Romanos 10: 14) y como leerán si no hay quien les enseñe?.
También debemos de dar gracias a Dios por nuestro gobierno quien no solo facilita, sino que promueve que la Palabra de Dios sea proclamada. En nuestro país, el estado y las instituciones de gobierno en ningún momento obstaculizan el pleno y libre ejercicio de la fe, en sus diversas expresiones, sino más bien es un agente catalizador de la fe puesta en acción. Vivimos una revolución donde se pone en práctica el amor y la solidaridad hacia el prójimo. Esta es una verdad y una realidad inobjetable que está presente en cada rincón de nuestra geografía nacional.
En esta celebración debemos de tener presentes que aun en Nicaragua hay un 30% de hogares donde no hay una Biblia y esa realidad nos debe de preocupar a todos. Debe ser una meta que, así como el gobierno está por llegar al 100% de los hogares con la energía eléctrica, que también muy pronto el 100% de nuestros hogares este presente la Biblia como una lámpara que ilumina a las familias. Esta realidad nos obliga a la siguiente reflexión: Es bueno tener la Biblia, pero eso no basta. Es bueno leer la Biblia, pero eso no basta. Es bueno memorizar la Biblia, pero eso no basta, es necesario poner en práctica el mensaje de la Biblia para que ella no sea un libro más en nuestras bibliotecas.
Este es un momento propicio para asumir nuevos compromisos con el Evangelio del Reino. En cumplir con el mandato de Cristo quien dirigiéndose a sus apóstoles y discípulos les dijo: “ Ustedes son la luz del mundo, ustedes son la sal de la tierra” ( San Mateo 5: 13-16) Cumplir con ese rol profético de ser luz de la humanidad y sal de la sociedad implica hacer visibles los signos del reino de Dios Aquí y Ahora, implica celebrar, proclamar y por sobre todo vivir una fe ligada a la acción, “porque la fe sin obras es muerta” el golpearse el pecho, o andar con la Biblia en la mano, viviendo una fe teórica, contemplativa sin asumir un compromiso real con el prójimo, es convertirnos en oidores olvidadizos o en metales que hacen ruido y nada más.
Recordemos que la Biblia nos habla de Leyes, Decretos y Estatutos y por sobre todo nos revela el gran amor que tiene Dios para la humanidad, que envió a su único hijo Jesús a este Planeta Tierra, a nacer del vientre de la Virgen María para rescatarnos de la muerte eterna, y darnos vida en abundancia.
En consecuencia, este es un momento para celebrar la Palabra, para agradecer a Dios y para asumir nuevos compromisos con la vida y el futuro de nuestro pueblo, para que, en Nicaragua la Palabra de Dios, siga fluyendo como manantial de vida y sea glorificada cada día con nuestras acciones y testimonio.
Rvdo. Miguel Ángel Casco González
Presidente de la Coordinadora Evangélica
y de la Comunidad de Fe
