Van 40 y contando
Autor: Carlos Germán Meza, Investigador en la Universidad de São Paulon (USP).
El triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS) es quizá el evento político más importante de la historia de Nicaragua y una referencia importante en la historia política de América Latina (AL) y el Mundo. Este escrito pretende transmitir el sentir de un simpatizante sandinista sobre la RPS y el sandinismo; un sentir que al contacto con experiencias y personas de otras nacionalidades, ha tomado una forma propia que compartiré. Y es que pensar la RPS es primero dimensionar la gesta heroica de Sandino y posteriormente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) frente al imperialismo yankee en Nicaragua.
Desde el siglo XIX el imperialismo yankee opera desde la modalidad habitual de intervencionismo político hasta la cruel imposición de guerras, sanciones y bloqueo comercial. Por tanto,el anti-imperialismoes una exigencia que nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro, le hace a los sandinistas y que estos asumen.
Por tratarse de enemigos de tamaña fuerza (Somoza y los gobiernos de EUA) y ante las desgracias impuestas al país posterior al triunfo (guerra, terrorismo, bloqueo comercial, chantaje económico, etc.), la gesta sandinista es heroica.
Fácilmente encajaría en el mundo de la ficción: la postura sandinista ante Reagan reedita a Leónidas y su ejército espartano cuando se niegan a arrodillarse al poderoso imperio Persa (Žižek, 2011)[1].
Cuando hablo de Sandino y los sandinistas para personas desconocedoras de la historia de Nicaragua, especialmente jóvenes, estas me observan con incredulidad. Es claro que por mi edad yo no viví lo que cuento y poniéndome en el lugar de quien me escucha, parece mentira, salvo que la historiografía resguarda la verdad. Claro, lo heroico no quita el inmenso dolor en las familias que perdieron familiares.
Pero el carácter histórico, místico del Sandinismo y la Revolución tiene una base material concreta: las transformaciones socioeconómicas y políticas que se impulsan desde el gobierno y con el resto de la sociedad (trabajadores, empresarios, campesinos, etc.). Es decir, a la par de los ideales está el mejoramiento de la economía asociado al mejoramiento de los indicadores sociales. Me parece que estos elementos han sido claves para la formación de la identidad no solo de los sandinistas y la noción de patria y patriotismo asociada a esa identidad, sino también se extienden al resto de la población en diversos grados, inclusive produciendo sus formas antagónicas: la oposición, que reúne gente con diversas y respetables posiciones políticas, pero donde el anti-sandinismo renovador somocista tiene una influencia importante.
A su vez, son los gobiernos de EUA la mayor fuerza con que esos sectores cuentan para llegar al poder (van alegremente a Washington a cabildear, piden sanciones, justifican la posibilidad de intervención militar, etc.). Es fácil notar (aunque causa vergüenza ajena) que actualmente la oposición opera como una re-edición de la Contra-UNO de la década de los 80s, una especie de Contra-UNO 2.0.
Y digo vergüenza ajena porque todo indica que será la Embajada gringa la que sugerirá (impondrá) su candidato para las próximas elecciones (como es habitual).
Esto nos lleva al tema de la superación del experimento de golpe de Estado de 2018. Solo puedo agregar a lo ya dicho (si es que no se ha dicho ya) una observación de carácter internacional. El FSLN y gobierno lograron lo que otras fuerzas y gobiernos progresistas en AL solo soñaron: vencer el golpe. Ni Zelaya (Honduras, 2009) ni Lugo (Paraguay, 2012) ni Rousseff (Brasil, 2015) pudieron hacer el mínimo frente a sus respectivos golpes. Fueron atropellados y hoy en esos países gobierna la derecha (abiertamente fascista en el caso brasileño y donde el presidente le hace saludo marcial al secretario de seguridad de los EUA[2] y el hijo, posible embajador de Brasil en los EUA, usa una gorra pro-Trump[3]). Esto indica que el FSLN es una de las fuerzas políticas de izquierda más robustas de AL. Sin embargo, se cometieron errores (como gobierno y como partido) que por el bien del proceso y para garantizar la paz deben ser corregidos. No me corresponde indicarlos, la militancia y la dirigencia sabrán examinarse desde adentro mejor que yo desde afuera.
Por motivos de espacio no voy a enumerar los progresos socioeconómicos HISTÓRICOS logrados hasta ahora en el país. La intención, pero sobre todo los logros son las evidencias palpables que fortalecen mi apoyo a la gestión. Así, el sandinismo es para mí:
la expresión política concreta más preparada (no perfecta, no ideal, nunca lo será) que tenemos los nicaragüenses para mejorar las cosas.
Dirán los opositores de siempre que es elocuencia de “adoctrinado”. A los hechos me remito y los remito; comparo con las realidades de otros países y lo veo con mis propios ojos (no por redes sociales), lo siento cada vez que regreso a Nicaragua, que es de todas y todos sin colores políticos y merece la paz.
[1] Žižek, Slavoj. Em defesa das causas perdidas. BOITEMPO, 2011.
[2] Disponible en < https://www.youtube.com/watch?v=lUyXj1Va-_8>.
[3] Disponible en <https://oglobo.globo.com/mundo/bolsonaro-diz-que-estuda-indicar-filho-eduardo-embaixador-nos-eua-23800626>.