Detalles del momento- Estados Unidos: Exterminador de la humanidad
Por: Moisés Absalón Pastora.
Estados Unidos el más grande violador de los derechos de la humanidad siempre dispara contra Nicaragua, dispara contra los nicaragüenses, dispara contra su obsesión fatal, para acosar la dignidad de sus ciudadanos y continuar aterrorizándolos, para insistir en reducirnos sin interpretar la historia escrita que no les asiste, que siempre le supo a derrota.
Estados Unidos no perdona que Augusto C. Sandino les haya hecho morder el polvo de nuestras las agrestes montañas segovianas, no perdona que otro pueblo, el vietnamita, aprendiera, las técnicas guerrilleras del General de Hombres libres, para también derrotarlos, no perdona que derrotáramos a la Guardia Nacional, ni a la dictadura dinástica de los Somoza que crearon y amamantaron, ni que los demandáramos y venciéramos en la Haya por lo cual el alto tribunal los obliga a indemnizar por el daño que nos hicieron, no perdona que a pesar de la guerra que nos impusieron y del bloqueo en la década de los 80s salimos adelante.
Estados Unidos el más grande violador de los derechos de la humanidad reacciona desproporcionadamente contra un pequeño país como el nuestro, al que ha herido desde siempre, solo para inyectar ánimos al oposicionismo criollo que en la práctica está muerto y al que quiere resucitar para que siga cumpliendo la orden de colocar a Nicaragua como una estrella más de la bandera imperial.
Estados Unidos determina a través de una legislación y de un decreto, de su senado y de la oficina oval de Washington que el gobierno de Nicaragua y funcionarios del mismo, entre ellos su vicepresidenta e hijos, que no tiene cuentas, ni propiedades y tampoco se cortan los pulsos por visitar al imperio, deben ser castigados por violaciones a los derechos humanos, refiriéndose por supuesto a los asesinados hechos por su servidumbre nacional y que claramente endosan al sandinismo.
¿Yo me pregunto y que autoridad moral tienen los enemigos de la humanidad y sus antenas satelitales para imponernos sanciones y acusarnos de violaciones a los derechos humanos?
Nos van a hablar de derechos humanos los que lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki dos bombas atómicas que causaron 225 mil muertos y más de 130 mil heridos dejando devastadas las dos ciudades japonesas.
En EEUU mueren alrededor de 11.000 personas anualmente por arma de fuego. Según cifras del Buró Federal de Investigaciones en 2013 se usaron armas en un 69,3 % de los asesinatos, un 41 % de los robos y un 21,8 % de las agresiones graves. En ese país son muy comunes los tiroteos en lugares públicos como universidades, cines, plazas, hospitales, debido, entre otras cosas, a la facilidad del acceso del armamento.
En Estados Unidos, los afroamericanos han sido víctimas de asesinatos raciales. En 2012 fue asesinado en Sanford, Florida, el joven Trayvon Martin, de 17 años por un guardia de seguridad que lo consideró “sospechoso”; El 30 de abril de 2014, el policía Christopher Manney disparó 14 veces contra Dontre Hamilton, de 31 años, quien estaba desarmado; Eric Garner, de 43 años, murió luego de ser estrangulado por el policía blanco Daniel Pantaleo. El agente Darren Wilson asesinó al joven estadounidense Michael Brown, de 18 años, en Ferguson, Missouri, San Luis; Agentes de la policía de Utah, asesinaron de seis disparos al afroamericano Darrien Hunto, de 22 años de edad; Tamir Rice, de 12 años, fue tiroteado por la Policía en Cleveland, estado Ohio (norte), cuando el niño se encontraba en un parque de la ciudad y sacó una pistola de juguete; Antonio Martin, de 18 años de edad, por agentes de la Policía en la región de San Luis, cerca de Ferguson y estos son solo algunos ejemplos de una extensa y macabra lista de masacres que todos los días suceden en el vendido “sueño americano”.
En Estados Unidos alrededor de 80.000 prisioneros estadounidenses están actualmente en régimen de aislamiento, en calabozos con pobre ventilación y poca o ninguna luz natural, una situación que perjudica su salud física y psíquica. Algunos han permanecido en esa condición más de 40 años, denunció China en 2014, en el informe Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2013 que por supuesto sobre el que el fascismo imperial no pudo decir absolutamente nada.
De acuerdo con este documento, Estados Unidos es una de las naciones que menos garantiza la vida, la propiedad y la seguridad personal de sus habitantes, ya que cada año una de cada cinco personas es víctima de un crimen, la tasa más alta del planeta.
Las cifras de desempleo y miseria -otro atentado a los derechos humanos- han ido en aumento en EEUU. La firma Marotta Wealth publicó un informe en 2014 -diez años después el problema es mayor- que revela que la tasa de personas sin trabajar en ese país alcanza el 37,2 %; mientras que la miseria está por encima de 14 %. El Departamento de Agricultura de EEUU dijo que uno de cada cinco hogares en EEUU, es decir, el 20% de las familias estadounidenses, sobrevivieron en 2013 gracias a cupones de alimentos que encuentran en revistas, diarios y páginas web.
Además, los estadounidenses están sometidos a vigilancia constante por parte del Gobierno a través de programas como Prism o Xkeyscore hechos para el espionaje y recogida de datos de personas a través de celulares, correos electrónicos y hasta la interceptación de llamadas. Con estos datos, las agencias de inteligencia crean perfiles y registran el modo de vida, país de origen, edad, sexo, ingresos de los ciudadanos, violando su privacidad.
A estos crímenes se suman ataques contra libertades básicas. En ese país, manifestar en las calles puede ser penado con seis meses a 35 años de prisión. Así mismo se encarcela a quien amenace, vía redes sociales, al presidente, pero cuando otros países lo hacen dicen que los violadores son otros.
Lo anterior es parte de lo que sucede adentro del propio imperio, pero fuera de sus fronteras el espionaje se extendió a nivel global. EEUU vigila a Gobiernos, Ejércitos y el sistema financiero de diferentes países.
Washington además ha sido el autor intelectual y material de intervenciones militares en diferentes países del mundo. Casi todas estas acciones se han llevado a cabo sin la aprobación de la ONU. En los últimos 25 años se cuenta la invasión a Afganistán (2001). EEUU lanzó una operación para buscar a Osama Bin Laden, acusado por Washington del derribamiento de las torres gemelas de Nueva York. La invasión ha dejado un saldo de 3.486 soldados muertos, de los cuales 2356 son estadounidenses; así como 17.252 civiles asesinados y más de 29.536 heridos desde que la ONU empezara a recopilar datos estadísticos sobre el asunto desde 2009 hasta 2014.
Irak fue invadida en 2003 bajo el pretexto de la búsqueda de “armas de destrucción masiva que nunca existieron. En ese país, al que EEUU entró para darle a su pueblo “libertad, “democracia” y “seguridad”, murieron 4.808 militares, 4.489 de ellos estadounidenses. Hasta 2013, 11 años después de la invasión, se calculó en más de 730.000 el número de civiles asesinados, de acuerdo a la organización Opinion Research Business.
Pakistán, Yemen y Somalia son víctimas de ataques estadounidenses desde 2002, bajo el pretexto de acabar con “grupos terroristas”. En estos países es común el uso de drones (aviones militares no tripulados con poder de fuego), que han dejado cientos de civiles asesinados, entre ellos niños y ancianos.
Libia fue escenario de una invasión en 2011, bajo el argumento de detener una supuesta “represión” por parte del Gobierno de Muammar Gaddafi. Además de asesinar al presidente, los invasores destruyeron y dividieron al país donde aún no ha llegado la prometida “democracia” y “libertad”.
Siria es otro de los escenarios de los ataques de EEUU y aliados. Desde marzo de 2011, esta nación es atacada por grupos terroristas, financiados desde el exterior. Más de 200.000 personas han sido asesinadas y 12,2 millones requieren de ayuda humanitaria.
En Ucrania en 2014 se llevó a cabo un golpe de Estado diseñado por EEUU y ahora es el escenario de un enfrentamiento donde a través de una operación especial Rusia derrota a un neo nacismo que ejecutado por un comediante prendió la mecha de un conflicto que va escalando por la intromisión de una OTAN que hace de perro de pelea de un imperio que igual está siendo vencido. Por ese conflicto más dos millones de personas ha sido desplazadas y casi 10,000 civiles han sido asesinados por la represión del actual Gobierno ucraniano, además de facto, apoyado por la Casa Blanca.
Antes del 2000, EEUU invadió Granada (1983), Panamá (1989), Irak (1991), Somalia (1993), Yugoslavia (1995 y 1999), Afganistán y Sudán (1998), mientras que, en Guantánamo, Cuba, mantiene bajo cautiverio a supuestos terroristas que nunca pasaron por ningún proceso penal y los que tratan como animales.
EEUU no ha firmado, adherido o ratificado diferentes tratados internacionales, claves en la ONU, en materia de protección a los derechos humanos; entre ellos, los convenios contra crímenes de guerra ni contra crímenes de lesa humanidad.
Tampoco ha ratificado la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; ni la convención sobre los Derechos del niño ni contra la prostitución y pornografía infantil porque claramente todo le rebota, pero es el primero en señalarlo a los demás.
De igual manera, no ha ratificado el convenio relativo a libertad sindical, negociación colectiva y sobre edad mínima para el empleo; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Washington tampoco ha ratificado el convenio Internacional para la represión de la financiación del terrorismo, el convenio Internacional para la represión de los atentados terroristas cometidos con bombas, ni el tratado de ONU sobre la prohibición completa de los ensayos nucleares.
Por su parte, esta nación no ha firmado el Protocolo del Pacto Internacionales de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte; la convención internacional contra el reclutamiento, la financiación y el entrenamiento de mercenarios; el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena; ni el Protocolo de Kyoto de la Convención ONU sobre Cambio Climático, pese a ser el mayor emisor de gases del mundo.
Aunado a esto, EEUU suspendió su adhesión a la Corte Internacional de Justicia y al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Pero descaradamente nos imponen sanciones y dicen que aquí se violan los derechos humanos y por tal nos quieren aniquilar por el pecado de querer vivir en paz, porque ven en la mayoría de cada nicaragüense el deseo de construir su propia democracia, la democracia que no tenga nada que ver con la hipócrita libertad del esclavo que es la única que el imperio receta al mundo.
QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA.