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  • 9 junio, 2021

¿Y estos qué se creen ?


Por: Moisés Absalón Pastora

No existe la menor duda que el terrorismo criollo está estupefacto, aún no realiza, jamás imaginó, que la ley les llegaría, que ella no está tanteando ni explorando, sino que está en un proceso franco de investigación contra la más grande “huaca” conocida hasta hoy, porque si bien es cierto en el pasado mandó a la cárcel aún expresidente de la república, el Doctor Arnoldo Alemán, éste al final lo que hizo no manchó de sangre al país, como sí, la fuente que financió los eventos desprendidos de abril de 2018 donde de por medio está el más rancio apellido que en la historia de Nicaragua tiene uno de los más oscuros expedientes contra la nación y la nacionalidad. 

El fondo de todo esto no es que la ley se fue sobre la yugular de los Chamorro, hablo en plural porque Carlos Fernando curiosamente salió del país en un contexto en el que podía ser llamado para que responda por lo que manejó CINCO, ni tampoco se fue sobre Cristiana por ser esta suspirante al poder, sino porque hay evidencias que lucen irrebatibles y contundentes, algo así, como una fractura con exposición ósea, es decir aquella huaca solo esperaba que la rosaran con una esponja para que explotara y pringara con la chanchada que escondía a siglas que se inventaron para amamantar a vividores de la política, a medios de comunicación y a falsos periodistas independientes que ahora no hacen más que clamar al amo extranjero, la cabeza del pulpo que es el gran financiero del baño de sangre que nos hicieron y que ahora “exige” que se libere ¡YA! a Cristiana Chamorro. 

Al imperio norteamericano le fue un gran negocio hacer presidenta a Violeta Barrios Chamorro porque para hacerlo se garantizó antes, que la señora decidiera, a nombre de todos los nicaragüenses, a los que jamás nos consultó, desestimar el veredicto a su favor que el Estado de Nicaragua había alcanzado en la Corte Internacional de Justicia de la HAYA contra Estados Unidos y que estaba calculado en al menos 17 mil millones de dólares por los daños que el imperio promovió para que los nicaragüenses nos matáramos. 

Aquel que crea que Doña Violeta era una sabia política, una lideresa carismática o cualquier otra cosa y que por eso el Tío Sam la apoyó, anda dando palos de ciego porque todo fue un supremo interés, económico primero y de sumisión después, porque eran visibles los chorreros de baba de los violeteros por los gringos y exactamente lo mismo hace ahora el yanque con la hija, con la Cristiana, la que está efectivamente presa. 

¿Óiganme oposicionista ustedes creyeron el cuento pancho madrigalesco de que Cristiana Chamorro es un prospecto como suspirante presidencial? 

Yo pienso que sí lo creen y esa es una de las tantas razones por las cuales están como están y seguirán donde están porque si alguna conclusión existe para esa patología oposicionista es que son imbatiblemente irredentos. Cristiana Chamorro jamás conoció el trabajo, los cargos que tuvo fue por delegación de las acciones minoritarias de su madre en el partido de papel de la carretera norte en los ochentas; lo que pudo hacer como gobernante de 1990 a 1997 fue por ser hija de la mandataria y esposa de Antonio Lacayo, el hombre fuerte del país en aquel tiempo; políticamente hablando solo trascendió cuando su marido estaba en aquella situación que lo conducía a la inhibición y fue entonces que sorprendió y dejó estupefacta a la opinión pública y declaró a los cuatro vientos que estaría dispuesta a divorciarse si ello rompía el vínculo de consanguinidad y afinidad de su marido con su suegra. 

Después de eso lo único que se le conoce activamente, por cierto con un perfil silencioso y poco beligerante fue en la fundación que lleva el nombre de su madre y que nació como una ONG sin beneficio de lucro como un protectorado para los pobres, para luchar contra la miseria y otras agendas filantrópicas que después fueron sustituidas por otras, pero pasando por encima de la letra constitutiva de la organización que de benefactora de los más humildes, pasó a ser uno de los más poderosos tentáculos que repartía parte del financiamiento que distribuyó a células terroristas, a medios de comunicación y falsos periodistas independientes, porque aun no nos queda claro que si esos 7 millones de dólares que le descubrieron en tres cuentas bancarias son de lo que faltaba por repartir a los “pobres” o si eran de ella propiamente. 

Hay dos cosas que se han juntado aquí para que el ilusionismo mediático del oposicionismo nos meta en la cabeza, a fuerza de un hacha partiéndonos el cráneo para imponer esa idea, que Cristiana Chamorro es una super estrella: La primero la imagen de la Cristiana bajando de los cielos como diosa del olimpo para decir que nosotros los nicaragüenses, habla de todos no deja a nadie por fuera, le hemos rogado que sea la próxima presidenta  de Nicaragua y la otra es la de todos aquellos que recibieron a manos llenas, lo que nunca antes habían visto junto, tanto dólar en sus manos, diciendo que Cristiana es una virtuosa de altísima capacidades, que con su bagaje profesional va a sacar al país de donde está y que por eso la “dictadura” la quiere implicar. 

Los Chamorro aquí, perdónenme, es solo un apellido, un apellido donde hay de todo como en toda familia y no es cierto que en ellos exista eso de la sangre azul, que tiene que ver más con loqueras medievales, que con abolengos de sangre, en otra oportunidad lo explico, pero yo conozco Chamorros con plata, pero también palmados, Chamorros cultos, pero también vulgares e insolentes, Chamorros muy ciertos de su género y otros de andar sumamente dudoso, es decir el Chamorro no hace princesa a la Cristiana, ni inteligente, ni política, ni dotada, ni especial ni nada porque al final es una mortal que solo cuenta con el escudo del partido de papel de la carretera norte y con los medios de comunicación y falsos periodistas independientes que por supuesto la defienden públicamente y le dan cobertura pero en las oficinas del Ministerio Público, como dicen los mexicanos, todos soltaron la sopa y por supuesto la tienen dónde están. 

Pero ahora el imperio norteamericano pretende venir en su rescate y golpea la mesa para que Cristiana Chamorro sea puesta en “libertad” y que de no suceder apretará más las tuercas y vendrán más sanciones porque aquí estamos aplicando las leyes, porque aquí estamos haciendo valer el estado de derecho y que por ello está abierto un proceso que ira hasta el final y que los indiciados van a estar dónde deban estar para que no evadan la justicia y después en calidad de prófugos disfruten de los millones que previamente sacaron en perjuicio de nuestro estado, para disfrutarlos más tarde bajo la plácida figura de quien cínicamente tramita para sí el estatus de asilado político de gobiernos enemigos de Nicaragua como el imperial Tío Sam o el de Ticolandia en nuestra vecina del sur. 

Ahora el gran financiero del fallido golpe de estado de 2018 y los ejecutores de todos esos actos terroristas que jamás volverán a repetirse dicen que la “dictadura”, que siempre les permitió más de lo debido, que se sobró en la tolerancia, le tiene miedo a la Cristiana para justificar en ese falso temor y no en la huaca la razón por la cual la ley se está aplicando y se va a seguir aplicando porque a este cuento le falta muchísimo más sobre todo en un contexto en que el terrorismo pretende reeditar sus actos de barbarie para empañar un proceso electoral que ya corre, que no se detiene, que va raudo al 7 de noviembre donde el interés es que el pueblo nicaragüense, en libertad y en paz determine su futuro y no venga alguien por el poder de la arrogancia imperial o de la estupidez del odio a empañar, perturbar o alterar, una decisión que es muy, pero muy nuestra. 

Este oposicionismo debería revisar la realidad que vive y determinar por qué está dónde está. No es posible que por unos dólares más, los que se disparaban como cañonazos desde la disuelta Fundación Violeta Barrios Chamorro, aquí digan que se les tiene miedo, cuando el sandinismo, el único partido organizado de Nicaragua, que se estructura desde las cuadras de los caserillos, barrios, pasando por las comarcas, los municipios y losa departamentos; que tiene una historia que no se inventó que está hecha de gestas que su militancia conmemora con respeto y admiración religiosa desde la cual fundamenta sus principios y valores; que tiene una vinculación íntima con los más débiles y necesitados que son los pobres; que nadie duda que si las elecciones fueran hoy barre inobjetablemente y que tiene por líder al más grande cerebro político de toda nuestra historia, Daniel Ortega Saavedra, quien ha transformado en 14 años una Nicaragua que hoy es otra¡. 

Ninguna proyección que busque el éxito puede trazarse a través de una línea de mentira. Hay algunos que, por adulación, por sapería o por agradecimiento por los dólares que reciben a cambio de ser sicarios del odio lo pueden hacer, pero están condenados irremisiblemente al fracaso.  

No gustará mucho lo que voy a decir, bueno será al reducto oposicionista de Nicaragua, pero Cristiana Chamorro no sabe ni leer lo que le escriben, a lo mejor las cosas le salieran mejor si ella de puño y letra lo hiciera, menos que sepa hablar o articular palabras, pero desde ahí, sin necesidad de meterme a otros aspectos no menos deficitarios de la señora, yo calibro la irresponsabilidad de quienes absurdamente vieron en ella a la Moisesina llevando a las multitudes perdidas hacia la tierra prometida. Un pueblo necesita un conductor que lo lleve a puerto seguro no al despeñadero como en muchas ocasiones lo hizo el clan de los Chamorro a través de la historia y menos mal que eso no seguirá pasando por mucho que el Tío Sam berree y por mucho que el oposicionismo patalee porque aquí los nicaragüenses tenemos nuestras propias leyes. 

QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA

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